La bióloga Adriana Morales Rangel aseguró que la mayoría de los casos de picadura de alacrán se da por accidente, porque se encuentran entre la ropa o en zapatos
Los escorpiones o alacranes son una especie de arácnidos que “abunda” en el estado de Querétaro, más en temporada de lluvia y de calor; así lo advirtió Adriana Morales Rangel, bióloga del Museo Interactivo de Artrópodos “de seis y de ocho patas”, Querétaro; quien, en conferencia virtual, explicó las características principales para identificar si un alacrán es de importancia médica.
“Casi siempre son de color claro, en la parte del dorso o en la espalda tienen unas manchas negras atravesadas; esa es una característica en los alacranes que son de importancia para la salud. Cuando las pinzas son muy delgadas, también es indicio de que no son tan fuertes para cazar, por esto es que tienen más veneno. Esto nos puede decir que es peligroso para nosotros y este tipo de alacranes abunda en Querétaro y son de los que hay más casos en esta época de lluvia y calor”, informó.
La mayoría de los casos de picadura de alacrán -dijo- se da por accidentes sobre todo porque se encuentran entre la ropa o en zapatos.
Detalló que existen 289 especies de alacranes, sin embargo, no todas son peligrosas para la salud; en promedio, de 30 a 40 especies son consideradas de riesgo, por lo que -en caso de picadura- debe atenderse de inmediato.
Refirió que en la teoría, todos los hospitales deberían contar con los antídotos, sin embargo, la atención está a expensas de la disponibilidad en cada centro de salud.
En la conferencia denominada “Arácnidos en Querétaro, importancia y peligrosidad”, la bióloga describió diferentes especies por región y destacó entre los más peligrosos a las viudas negras o las capulinas, arañas violinistas y las tarántulas, que si bien tienen un veneno que no representa un peligro para la salud, poseen una de las mordidas más dolorosas.
Adriana Morales explicó que en la sociedad no existe educación sobre estos animales, pues, dijo, no es necesario matarlos, solo reubicarlos, y la manera más fácil de hacerlo es con un bote de plástico y un cartón, y se recomienda arrojarlos a un baldío.