Despliegan 6 inspectores para controlar movimiento de ganado

Los puntos fijos se localizan en Cadereyta, Peñamiller y Landa de Matamoros, los cuales son trabajados por la federación y el estado

Para controlar la internación de ganado hacia la zona serrana del estado de Querétaro, donde se declaró la erradicación de la tuberculosis y la brucelosis, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea) cuenta con seis inspectores fitozoosanitarios ubicados en tres puntos de verificación fijos y otros tres en unidades móviles, denominadas volantas.

Así lo dio a conocer el titular de la dependencia estatal, Carl Heinz Dobler Mehner, quien precisó que los puntos fijos se localizan en Cadereyta, Peñamiller y Landa de Matamoros, los cuales son trabajados por la federación y el estado; mientras que las volantas se movilizan por diferentes caminos de la entidad.

“Tenemos que privilegiar el mantener este estatus sanitario para que podamos pasar, incluso, a la fase de poder exportar el ganado. (…) Complementariamente a la actividad fitozoosanitaria que desarrollan, que es vigilar precisamente todo el tránsito de animales, sobre todo, porque son más visibles que las plantas, pero también cuando haya movilización de plantas, sobre todo en camionetas, ellos automáticamente detienen el vehículo”, explicó.

Detalló que los inspectores están facultados para llevar a cabo actos de autoridad, por lo que, en caso de que los vehículos no paren cuando se les indique, estos pueden darles alcance hasta detenerlos. Las personas que se encuentren a bordo de las unidades deben acreditar ante ellos la legal procedencia de animales, plantas y otros productos que trasladen; si no lo hacen, se les pueden fijar sanciones como el regreso de lo transportado al lugar de origen.

“No se cobran multas”, puntualizó.

Dobler Mehner indicó que, hasta el momento, se han realizado tres detenciones en la región serrana, donde el ganado fue devuelto a San Luis Potosí para que portara la documentación correspondiente. Recordó que otro caso sucedió en el municipio de Ezequiel Montes; sin embargo, tras acreditar su procedencia, los animales pudieron ser sacrificados en el rastro de San Juan del Río.