Tras sufrir un paro respiratorio, el sacerdote Jaime Rodríguez Montoya, vicario de la Parroquia de Santa María, municipio de Amealco de Bonfil, murió como consecuencia del COVID-19
A consecuencia de COVID-19, el sacerdote Jaime Rodríguez Montoya, vicario de la Parroquia de Santa María, en Amealco, falleció este lunes tras sufrir un paro respiratorio, confirmó la Diócesis de Querétaro a través de un comunicado, en el que precisó que el cura permaneció “varios días” en terapia intensiva.
El lunes 31 de agosto, Códigoqro informó, con base en una entrevista con el vocero de la Diócesis queretana, Martín Lara Becerril, sobre dos casos de coronavirus: uno del clérigo de la iglesia de Loma Bonita, en la capital del estado, y otro en la citada Parroquia de Amealco. A propósito del estado de salud de los sacerdotes, indicó que el de Loma Bonita superó la enfermedad; sin embargo, el de Amealco tenía un pronóstico reservado.
“Se confirma, él prestaba su servicio en la Parroquia de Santa María, Amealco. Era una persona ya adulta, no recuerdo muy bien la edad, entre 60 y 65 años, y pues ya era más vulnerable”, refirió el presidente de la Comisión Diocesana para la Pastoral de la Comunicación de la Diócesis de Querétaro, Gustavo Licón Suárez, antes de la difusión el comunicado de este martes.
De acuerdo con el texto, Jaime Rodríguez nació el 30 de abril de 1954 en el municipio de Amealco; su ordenación diaconal fue el 20 de diciembre de 1984 y, el 6 de julio de 1985, tuvo lugar su ordenación presbiteral.
Antes de ser vicario de la Parroquia de Santa María, se desempeñó como párroco de Santa María de Guadalupe, en Arroyo Seco; director espiritual de seminarios; prefecto del grupo Sierra Gorda Querétaro; vicario de la Parroquia de Santiago de Jalpan; entre otros.
En su página de internet, la Diócesis de Querétaro le expresó sus condolencias a la familia Rodríguez Montoya:
“La Diócesis de Querétaro, expresa sus más sentidas condolencias, a la Familia Rodríguez Montoya, por el sensible fallecimiento del Pbro. Jaime Rodríguez Montoya. Que la Santísima Virgen María lo reciba en sus brazos maternales y que por la misericordia de Dios, descanse en Paz. Así sea”.
