Este miércoles se aprobó en el Senado de la República, la reforma de ley que prohíbe el castigo corporal y humillante como método correctivo o disciplinario a niñas, niños y adolescentes
Bajo ninguna circunstancia, el maltrato físico hacia niñas, niños y adolescentes está recomendado; por lo tanto, ante alguna falta, travesura o conducta de confrontación por parte de estos, los padres de familia deben dialogar con ellos y enseñarles a que evalúen su comportamiento y aprendan a tomar sus decisiones sobre lo que es correcto.
Así lo dijo el presidente del Colegio Estatal de Psicólogos de Querétaro (Coepsique), Juan Carlos García Ramos, al consultarlo sobre la reforma de ley que prohíbe el castigo corporal y humillante como método correctivo o disciplinario a niñas, niños y adolescentes, el cual fue aprobado este miércoles por el Senado de la República y remitido a la Cámara de Diputados.
“Pareciera ser un acierto que las autoridades pongan especial importancia en estas conductas para disuadirlas, porque sabemos que, muchas veces, la violencia física que comienza con un regaño, con una sanción o un acto correctivo por parte de los padres, puede generar conductas violentas mucho mayores y estas tener consecuencias, no solo en el desarrollo neurológico de los menores, sino también en los vínculos que se establecen entre hijos y padres”, expuso.
García Ramos agregó que existe la creencia de que los castigos tienen su efectividad; no obstante, aunque son una forma de corregir y modificar conductas, estas van acompañadas de una respuesta “muy sensible” por parte de los menores, la cual despierta resentimiento contra los padres.
“Hay que predominar en la evaluación de la salud mental de los padres, que esta, como lo hemos reiterado, se requiere hacer desde el momento en que se forma una pareja; saber las condiciones psicológicas y mentales en las que se encuentran estas dos personas que se involucran en pareja y que deciden formar una familia y tener hijos, porque eso, de alguna manera, da la idea de los riesgos en que puede estar la misma pareja y los hijos a futuro”, mencionó.
Recalcó que lo conveniente es que los padres tengan empatía con sus hijos.
