Tras la suspensión del apoyo para transporte público debido a la pandemia de COVID-19, integrantes de la FEUQ se reunirán con autoridades estatales de Querétaro para pedirles una propuesta alterna
Integrantes de la Federación de Estudiantes Universitarios de Querétaro (FEUQ) se reunirán, este martes, con autoridades estatales para solicitarles una propuesta alterna tras suspenderles el apoyo al transporte público por la contingencia sanitaria de COVID-19, afirmó el líder estudiantil, Emmanuel Contreras Martínez.
“Como un primer diálogo asistimos a las instalaciones de la Secretaria de la Juventud donde se planteó nuestra inconformidad y ahora los citamos nosotros a la universidad (Autónoma de Querétaro), pero solicitamos que esté la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesoq), el IQT (Instituto Querétaro de Transporte), la Secretaría de la Juventud y el titular de la Secretaría de Educación, para que puedan ahí estar presentes y ahí se llegue a un acuerdo para que se reactive ese apoyo que se estaba ando para los estudiantes; la reunión se tiene contemplada a las 11 de la mañana en CU”, refirió.
Destacó que en caso de que las autoridades no puedan reactivar este apoyo, solicitarán que presenten otro esquema de ayuda como una beca al transporte que sea de la misma cantidad o una cifra mayor para que se beneficie aún más a los estudiantes.
Dijo que aprovecharán para pedir que se dé cubrebocas a todos los estudiantes y la gente en general que no lo porten cuando suban al camión, que saniticen con regularidad y que haya más frecuencia en las rutas.
“Ya estando ahí vamos a hacer la petición de que, no la Zona Metropolitana, sino la zona foránea como son los municipios de Ezequiel Montes, Cadereyta, Jalpan, Landa, Tequisquiapan, Amealco y San Juan del Río, los transportes son aún más costosos y eso ocasiona que los chicos estén gastando en dos principales factores como lo es la alimentación y la movilidad, que al final viene siendo un tema que repercute en la economía de los estudiantes”, planteó.
Recordó que al menos el 30 por ciento de los estudiantes de la UAQ tienen clases presenciales, por lo que tienen que salir a trabajar para subsistir y pagar su universidad.