Meseros, uno de los gremios más abandonados

Carlos Alberto Alegría abundó en que antes de la pandemia, un mesero en su restaurante ganaba mínimo 300 pesos diarios, ya con sueldo, y ahora lo más que pueden llegar a percibir son 180 pesos diarios

El gremio de los meseros está muy abandonado por las autoridades, aseguró Carlos Alberto Alegría Escobedo, gerente de un restaurante en la capital, quien dijo que antes en el lugar trabajaban seis meseros y, actualmente, solo dos, que, si bien les va, pueden llegar a trabajar cuatro medios turnos, lo equivalente a dos días completos.

“Ese gremio la verdad está muy abandonado por las autoridades, los dos meseros que ahorita trabajan en el restaurante están agradecidos de tener trabajo, digo, aunque sea poco, pero no dejan de trabajar y me han expresado que están contentos”.

Alegría Escobedo abundó en que antes de la pandemia por Covid-19, un mesero en su restaurante llegaba a ganar mínimo 300 pesos diarios, ya con sueldo, y ahora lo más que pueden llegar a percibir son 180 pesos diarios, ya con el sueldo base incluido.

“En pláticas que he tenido con los meseros, pues, me han llegado a comentar que tienen que dejar de pagar ciertas cosas, por ejemplo, incluso hasta priorizar lo que van a comer en el día o la semana para poder pagar servicios básicos como agua, luz, gas, renta y demás cosas que se necesitan en el día a día”.

Carlos Alegría añadió que incluso su horario laboral como gerente del restaurante se vio afectado, lo que derivó en la reducción de su sueldo en un 40 por ciento, aproximadamente.

“Se redujo personal, por ejemplo, los meseros, que antes eran seis, ahora solo tenemos dos; antes trabajaban seis días a la semana, ahorita trabajan tres días si bien les va o cuatro medios turnos, es decir, dos días a la semana. A mí me redujeron el horario de trabajo y con ello, pues, el sueldo en un 40 por ciento”.

Finalmente, Alegría Escobedo lamentó que a los restaurantes se les tache como uno de los principales focos de infección de Covid-19; consideró que esto no debería de ser así, ya que en todos estos espacios hay un orden, disciplina y protocolos que se llevan a cabo; no así, por ejemplo, en el transporte público y -dijo- “las autoridades no hacen nada”.