A pesar de la pandemia, 14 de febrero no pasó desapercibido

Aunque este año el festejo fue a distancia debido a la pandemia por la Covid-19, se divirtieron mucho, pero sobre todo celebraron que ellos y sus familias están bien

Cuando se trata de celebrar el amor y la amistad con la pareja, los amigos o la familia, la pandemia no es un obstáculo y, a pesar de las restricciones de horarios y servicios, muchos buscaron la manera de que el 14 de febrero no pasara desapercibido.

Karen Luna Ortiz hizo uso de la tecnología y solo tuvo que escoger un regalo en Internet y pagarlo hasta que se lo entregaran en su domicilio.

“Como sabía que todo iba a estar cerrado el domingo, con anticipación compré en una página de productos de aquí de Querétaro el regalo para mi novio y cuando me lo trajeron a domicilio, lo pagué”.

Además, dijo, a la hora de la comida sorprendió a su pareja con un espagueti a la boloñesa y un clericot, cuya receta bajó de Internet.

“Otros años hemos festejado fuera de casa, pero ahora con lo de la pandemia no fue posible y aunque el festejo fue algo sencillo, no quisimos que el día pasara desapercibido”.

Otros que también se las ingeniaron para celebrar el día fueron Marcos Sánchez, Juan Torres, Mariana León y Estela Santos, quienes desde hace ocho años celebran su amistad.

“Nosotros normalmente hacíamos una actividad juntos, ya fuera ir a caminar, de paseo a algún lugar, al cine o a un bar, pero ahora lo que hicimos fue conectarnos a través de Zoom, tuvimos una partida de Scrabble, platicamos y disfrutamos de una amena charla”, narró Marcos.

Aunque reconoció que este año el festejo fue diferente, se divirtieron mucho, pero sobre todo celebraron que ellos y sus familias están bien.

Fernanda Merino Cruz y Francisco Durán López se conectaron por videollamada con sus hijos María, quien vive en Peñamiller, y Carlos, quien radica en Landa de Matamoros.

Fernanda narró que en el transcurso de la mañana recibió un ramo de rosas con una tarjeta que le envió su hijo y más tarde recibieron un pastel.

“A la hora de la comida, mi esposo hizo una videollamada en la que pude agradecer a mis hijos por el gesto que tuvieron con nosotros y además tuvimos la oportunidad de ver y saludar a nuestros nietos… Fue un festejo único e inolvidable”.