Guillermo Tamborrel Suárez mencionó que también habrá un incremento en la cantidad de menores de edad consumidores de cannabis, lo que repercutirá en su desarrollo pleno y sano, ya que, señaló, fumar marihuana reduce la capacidad mental
La delincuencia, los enfrentamientos entre cárteles, la violencia y el crimen organizado no desaparecerán con la legalización de la marihuana para uso lúdico; sin embargo, sí aumentará el número de consumidores problemáticos y adictos, así como el consumo de otras drogas, tales como las metanfetaminas, entre las que se encuentra el cristal.
El titular del Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECA), Guillermo Tamborrel Suárez, mencionó que, además de lo antes expuesto, también habrá un incremento en la cantidad de menores de edad consumidores de cannabis, lo que repercutirá en el desarrollo pleno y sano de los jóvenes, ya que, señaló, fumar marihuana reduce la capacidad mental.
“Los grupos criminales por supuesto que no van a desaparecer; inclusive, me imagino que estarán muy contentos, porque el mercado negro de la marihuana va a crecer, el mercado de la marihuana ilegal, el mercado negro de la marihuana va a crecer, entonces, pues estarán encantados. Lejos de perjudicarlos les están haciendo un favor”, sostuvo, luego de advertir que la delincuencia organizada podría dedicarse a otras actividades delictivas tras la legalización de la hierba.
Guillermo Tamborrel señaló que el aumento del consumo de cannabis provocará una demanda mayor de tratamientos, lo cual debió haber sido previsto por los legisladores, quienes, a su vez, debieron fortalecer a las instituciones dedicadas a combatir las adicciones, para que se prepararan ante estos escenarios.
“Cuando Canadá hizo su legalización, previó e, inclusive, construyó hospitales para atender a las personas. Aquí no. Hoy el Estado mexicano no tiene una sola cama de internamiento para atender adicciones, no tiene un centro de tratamiento, no solo Querétaro, en todo el país no lo hay por parte del gobierno”, refirió.
La legalización de la marihuana para uso recreativo fue aprobada, en lo general y lo particular, por la Cámara de Diputados, por lo que el dictamen se devolvió al Senado para sus efectos constitucionales.