Por falta de cultura, abundan cubrebocas tirados en la calle: Jorge Herrera

Advierten sobre riesgos sanitarios y ambientales de los cubrebocas tirados en la calle. Foto: Especial

El diputado local del Partido Verde, Jorge Herrera Martínez, advirtió acerca de los riesgos sanitarios y ambientales que causan los cubrebocas abandonados en la calle

A un año de la contingencia sanitaria del COVID-19, la sociedad sigue sin crear conciencia y sin tener una cultura cívica que evite arrojar a la calle los cubrebocas que se desechan, que es donde abundan, dijo Jorge Herrera Martínez, presidente de la Comisión de Medio Ambiente en el Congreso del Estado de Querétaro.

“Desde la tribuna del pleno de la Legislatura he mencionado el peligro que representa la mala disposición de los cubrebocas, pues sin duda todos hemos visto en algún lado cubrebocas tirados en la calle”, indicó.

Consideró que esta situación es un problema de salud grave porque si la persona que utilizó ese cubrebocas está contaminada, puede contagiar a alguien más; y, por el otro lado, también el problema que se genera es porque no es un desecho que sea biodegradable y seguramente acabará tirado en el pavimento.

“Esta situación sigue generando un problema de contaminación, pues todo lo que son residuos o desperdicios de material médico tienen que ser regidos por normas sanitarias (…); pero además representa un riesgo para quienes recogen la basura porque tienen que manipular este tipo de residuos; necesitamos cultura y necesitamos ser concientes de lo que generan las acciones que realizamos. Si ya utilizaste un cubrebocas y lo piensas desechar lo enredas y lo tiras a la basura y no lo tiras a la calle porque expones a los demás; este es un tema de cultura”, aseguró.

Consideró que sin lugar a dudas puede impulsar un exhorto para que se sancione a quien se sorprenda tirando cubrebocas en la calle, pero afirmó que este tema es más de cultura cívica y conciencia de la sociedad, pues, aunque está prohibido tirar basura en la calle la gente lo sigue haciendo.

“Más que sancionar es impulsar una campaña que verdaderamente le llegue la gente, pero lo más importante de una campaña es que el receptor de esa campaña lo entienda y se concientice de qué está haciendo algo que puede perjudicar a los demás”, afirmó.