A diferencia del año pasado, que permaneció cerrado debido a la emergencia sanitaria por Covid-19, este 2021 el vaivén de personas con flores y las notas de “Amor eterno” volvieron a apoderarse del cementerio
Desde temprano, el Panteón Cimatario volvió a recibir a las familias queretanas que visitan a sus madres cada 10 de mayo. A diferencia del año pasado, que permaneció cerrado debido a la emergencia sanitaria por Covid-19, este 2021 el vaivén de personas con flores y las notas de “Amor eterno” volvieron a apoderarse del cementerio, donde descansan aquellas mujeres que generaron vida.
En la entrada al panteón fueron pocos los comerciantes de flores que se instalaron para vender su mercancía a los queretanos, quienes, con cubreboca puesto, ingresaban al camposanto a limpiar las tumbas, decorarlas con rosas, o bien, entraban con herramientas y material para realizar mejoras en la última morada de sus mamás que, aun cuando ya tienen tiempo de haber fallecido, son recordadas por sus hijas e hijos.
“Es una manera de recordar a nuestras madres que ya están difuntas, de tenerlas muy presentes en este día y, bueno, todos los días, pero en este día muy en especial, porque, bueno, uno qué quisiera que estuvieran vivas pues para festejarlas ¿verdad? Pero pues están en nuestro corazón y, bueno, recordándolas, visitándolas aquí en su tumba. (…) Hay muchas mamás que están en el olvido, que, bueno, se le olvida a uno que está aquí nuestra mamá y que hay que venirla a recordar”, dijo Maru Cabrera, quien acudió este Día de las Madres al panteón.
Mientras al fondo del cementerio se escuchaba la canción “Amor eterno”, de Alberto Aguilera Valadez (Juan Gabriel): “Como quisiera que tú vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran, cerrado nunca y estar mirándolos… Amor eterno e inolvidable …”, María se esmeraba en arreglar la tumba de su madre, quien partió hace 15 años.
“No dejamos de venir, es lo que le digo, ya nos moríamos de decir, ‘híjole’, de que no nos dejaban, pero ya, mire, qué bueno, bendito sea Dios ya pasó y ya, mire, volver a venir”, manifestó.
Otras personas, sin emitir palabra alguna y con la mirada fija en el sepulcro, permanecieron en el panteón, lugar del descanso eterno.