Una pena, aprobación de matrimonios igualitarios en Sinaloa: diócesis

“Es una pena” que el matrimonio y el concubinato entre personas del mismo sexo hayan sido aprobados por el Congreso de Sinaloa al atender una orden judicial, dijo el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril

Debido a que vulneran la vida moral de la sociedad, “es una pena” que el matrimonio y el concubinato entre personas del mismo sexo hayan sido aprobados por el Congreso de Sinaloa al atender una orden judicial, dijo el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, quien recordó que, para la Iglesia Católica, el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.

Lo anterior, luego de preguntarle sobre el aval que dieron los integrantes del Congreso sinaloense a las reformas de los artículos 40 y 165 del “Código familiar” -durante la sesión celebrada este martes 15 de junio en aquel estado- y que fue aprobada por unanimidad de votos de las y los 23 diputados presentes en la sesión. Cabe destacar que el mandato judicial que originó la votación de la iniciativa en el pleno, surgió tras resolverse amparos promovidos por la comunidad LGBT, por considerar que el matrimonio y concubinato eran discriminatorios.

“La unión entre dos mujeres y dos hombres no podemos llamarla matrimonio; sin embargo, le han llamado así, realmente es una pena y, pues, dentro de la iglesia católica nosotros estamos firmes en reconocer el matrimonio entre un hombre y una mujer, como tal, y pues nosotros seguiremos nuestro camino, predicando y luchando por la santidad del matrimonio hasta donde las leyes nos permitan luchar, manifestar nuestro punto de vista y animar a la población a que permanezcan fieles en la doctrina de la Iglesia”, puntualizó.

Al mencionarle que la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro ingresó una iniciativa al Congreso local para que el matrimonio y concubinato sean reconocidos como la unión de dos personas y no solo entre un hombre y una mujer, Martín Lara dijo no tener presente este planteamiento.

En otro tema, el vocero de la diócesis mencionó que, tras el deceso del vicario general Javier Martínez Osornio, no será necesario nombrar un sucesor de este, ya que actualmente hay dos vicarios, que son quienes, en ocasiones, representan al obispo.