Jorge Benavides Morales, miembro de la comunidad originaria de Cuba en el estado de Querétaro, consideró que las manifestaciones de este domingo son el inicio de una larga lucha que se va a dar en las calles
La dictadura cubana no quiere perder el poder que tiene y hace hasta lo último para mantenerse en él, incluso, a costa de una guerra civil en la isla, consideró Jorge Benavides Morales, miembro de la comunidad cubana en Querétaro, al hablar sobre las manifestaciones de este domingo en el país insular.
Entrevistado sobre el tema, el cubano-mexicano pidió a la comunidad internacional repudiar que el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, haya convocado este domingo a todos los revolucionarios a que salieran a las calles a defender la revolución en todos los lugares. Refirió que el gobierno de la isla cortó el internet para que nadie tuviera acceso a la información.
“El acceso a Internet es muy limitado y exageradamente caro para un cubano de a pie poder tener acceso a Internet y a la información; entonces, este poquito de cobertura que han tenido de ver qué pasa fuera de Cuba y realmente poder comparar, más, o aunado a esto, la situación que están viviendo de hambruna, porque hay que declarar que están pasando hambre en Cuba, no hay suficientes alimentos, no hay medicina, aunado a que les están cortando la luz eléctrica seis a 12 horas diarias ahorita, aunado a las restricciones que tienen, de todo tipo, pues, sí están desesperados. Antes tardaron en hacer este tipo de manifestaciones y soltarse a la calle, pero sí están cansados, están hartos”, puntualizó.
Jorge Benavides consideró que las manifestaciones de este domingo son el inicio de una larga lucha que se va a dar en las calles. En este sentido, confió en que los llamados internacionales permitan que la policía se una al pueblo cubano, lo apoye y no tema una represalia “el día que caiga la dictadura”.
“Ya estamos hartos de un gobierno que tiene a la gente, engañado al pueblo; es un pueblo que vive esclavo y vive esclavo de una dictadura desde hace más de 60 años”, enfatizó, para luego agregar que el derrocamiento de la dictadura es difícil, pero la gente ya está cansada.