Silvia Rivera Hernández, secretaria general en Querétaro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), explicó que ante la tercera ola de covid, el sistema de salud enfrenta desabasto de medicamentos e infraestructura insuficiente
Déficit de personal médico, desabasto de medicamentos e insuficiente infraestructura son algunos de los problemas a los que se enfrentan para hacer frente a la tercera ola de Covid-19, confirmó Silvia Rivera Hernández, secretaria general en Querétaro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA).
Explicó que las enfermeras a las que se les dice que estarán asignadas al área Covid ni siquiera se presentan a firmar el contrato.
“El personal médico ya está cansado y cada trabajador fallecido es un golpe anímico para mis compañeros, entonces seguimos con un déficit de más del 30 por ciento en médicos especialistas; no tenemos internistas en Cadereyta y, bueno, es angustiante y desesperante”.
Hasta el momento son 33 las enfermeras que han renunciado, más las que no han querido firmar contrato en el Hospital de Especialidades.
“Tenemos conocimiento de que han renunciado cinco médicos y usted dirá: ‘¿qué son cinco médicos?’, pero para nosotros son oro molido”.
Detalló que la presión y el nivel de oxígeno que hay en el Hospital General donde se atienden los casos Covid-19 no alcanza para que funcionen más ventiladores.
“Aunque tuviéramos muchos ventiladores, la verdad es que en el Hospital Covid no alcanza la presión ni oxígeno para esos ventiladores, porque es un hospital viejo y esto también lo tiene que saber la ciudadanía para que sea empática, responsable y solidaria”.
Detalló que no nada más hay escasez de material de consumo e insumos, sino también de personal, por lo que es necesario que la población conozca la situación en la que se encuentran los hospitales Covid para ver si eso ayuda a que la población sea consciente.
“Los más empáticos con la ciudadanía han sido mis compañeros y hoy la ciudadanía les debe eso, la ciudadanía le debe a mis compañeros el que se cuide, que sea responsable y empática, porque no es su trabajo atender a gente que no quiere ser responsable, gente que no atiende las recomendaciones; tampoco es su trabajo que los ofendan y sobre todo, aguantar los gritos desesperados, porque no hay camas”.