Silvia Rivera Hernández, lideresa sindical, mencionó que los centros de salud ya tienen insumos como jabón y alcohol, materiales que, recordó, no estaban disponibles antes
El antiguo Hospital General de Querétaro, actualmente habilitado como Hospital Covid-19, cuenta con los insumos mínimos necesarios para la atención de los pacientes contagiados con el virus SARS-CoV-2; sin embargo, ante el posible inicio de una cuarta ola de contagios de coronavirus, los centros de salud registran un rezago en materiales como cubrebocas tricapa.
Así lo dijo la secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) Sección 32 Querétaro, Silvia Rivera Hernández, quien agregó que luego de la apertura del nuevo Hospital General, se fraccionó el personal sanitario de base “y el que se contrató, pues sigue siendo insuficiente” para atender la demanda.
“Con la pandemia se agudizó y se vio más la necesidad de contar con médicos especialistas, pero siempre hemos tenido ese problema de la falta de personal. (…) Lo que he venido diciendo, y lo vuelvo a mencionar, es que para que nosotros realmente podamos fortalecer los servicios de salud, lo primero que se tiene que hacer es educar a la población, porque no hay sistema de salud que aguante si estamos siendo incongruentes en nuestro discurso y en nuestro hacer, es decir, no podemos estar teniendo eventos masivos o lo que hemos venido viendo y, a la vez, pidamos que se cuiden, que se protejan; es como una contradicción”, expuso.
La lideresa sindical mencionó que los centros de salud ya tienen insumos como jabón y alcohol, materiales que, recordó, no estaban disponibles anteriormente. Asimismo mencionó los riesgos que implica la realización de eventos masivos.
“No podemos exponer a la gente y, a veces, se tienen que tomar decisiones por la gente, porque no terminan de tomar conciencia. Y entiendo que el encierro y entiendo que las ganas de salir, pues, hacen que, pues, vayan; el problema con estos eventos masivos, sobre todo lo que se refiere a conciertos, pues, es que la gente empieza a tomar, se quita el cubrebocas, empieza a cantar y ese es el mayor riesgo”, subrayó.
