El obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, destacó que la vida de la humanidad y la peregrinación consiste en una transformación permanente para ser felices
La peregrinación es el camino para alcanzar la transformación, pues quien camina se transforma; de otra manera, si no camina, se desarrolla la “psicología de la tumba”, misma que, poco a poco, convierte a los cristianos en “momias de museo”, en “cristianos con cara de vinagre”, en “cristianos con cara de funeral y disfrazados de hipocresía”, es decir, lo que el papa Francisco llama “la mundanidad espiritual”.
Así lo dijo el obispo de la Diócesis de Querétaro, Fidencio López Plaza, al presidir la misa con motivo del inicio de la Peregrinación Virtual al Tepeyac, en el Santuario de La Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe, en la capital queretana. Ahí destacó que la vida de la humanidad consiste en una transformación permanente, por lo tanto, señaló, la misión permanente es el camino para transformarse, ser felices y atestiguarla.
“Con cuánta razón el Papa Francisco nos dice una y otra vez, salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo, prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”, puntualizó.
El jerarca católico en la entidad resaltó que, al caminar y llegar a ver a la Virgen de Guadalupe, es sentir como si se naciera nuevamente; por ello, mencionó, la mayoría de las parroquias y comunidades tienen como patrona a la Virgen, pues se tiene el deseo de que, como una madre, brinde seguridad, escuche y ofrezca vida nueva.
“Peregrinamos de Guadalupe al Redentor y regresamos del Redentor a Guadalupe, hasta llegar a la meta. Regresamos de nuestras casas al Tepeyac, pero después de depositar nuestros anhelos en el hueco de las manos de nuestra madre”, enfatizó.
Al inicio de la celebración eucarística, Fidencio López manifestó que el objetivo de la peregrinación de este año era llevar los nombres de las personas que murieron de COVID-19; sin embargo, al ser suspendida, estos serán guardados para llevarlos a la Basílica en 2023.