En el día de la Exaltación a la Santísima Cruz de los Milagros, un grupo nutrido de concheros se concentró frente al templo De la Cruz a danzar como parte de un ritual que surgió desde 1531, tras la batalla en el cerro de Sangremal contra los españoles
“Esencia de la danza chichimeca nace” en la Fiesta de Exaltación a la Santísima Cruz de los Milagros con tres legados: unión, conformidad y conquista, enfatizó Juvenal Becerra Herrera, conocido como “Tata Juvenal”, integrante de una de las mesas de concheros de Querétaro.
En el día de la Exaltación a la Santísima Cruz de los Milagros, un grupo nutrido de concheros se concentró frente al templo De la Cruz a danzar como parte de un ritual que surgió desde 1531, tras la batalla en el cerro de Sangremal contra los españoles, y que, con el paso de los años, se convirtió en una tradición.
Juvenal, miembro de la Mesa central general de Arco y Flecha de la Santísima Cruz de los Milagros del Espíritu Santo, explicó que frente al templo De la Cruz danzaron concheros de distintos puntos del país, como Baja California, Monterrey, Puebla, Guanajuato, Ciudad de México e, incluso de Estados Unidos.
Subrayó que no reciben apoyo económico para la organización de la danza y señaló que en el barrio de San Francisco existen no más de 10 mesas de concheros.
“Hay vientos prehispánicos y vientos de tradición cristiana, llamémosle así; este es el sexto viento, que es la Santa Cruz de los Milagros. Esta fiesta es para todos los danzantes del mundo, porque ya hay en todo el mundo danzantes; es donde nace la esencia de nuestra danza chichimeca y de aquí parte a todos lados”, dijo.
Por su parte, Jorge Rosas Conín, representante de una mesa de concheros de la Ciudad de México que por 55 años ha danzado, subrayó que representan no solo una tradición, sino una devoción. Manifestó que es importante que las nuevas generaciones conozcan y se integren a la danza para que la fiesta “no se pierda”.
“Lo único que buscamos es venir a servirle a Dios, a la cruz. Nosotros somos creyentes, creemos en Dios, la Virgen y las imágenes que nos dejaron nuestros antepasados. Somos danzantes religiosos”, dijo.