La medida ayuda para que algunos de los productos adicionados con este tipo de grasas, como de panadería y algunos otros derivados lácteos, mejoren nutrimentalmente
La reforma a la “Ley general de salud” para prohibir la adición de grasas trans a los alimentos y a las bebidas no alcohólicas, aprobada el jueves 9 de febrero por la Cámara de Diputados, es una medida necesaria, pero no suficiente para disminuir las enfermedades cardiovasculares en el país, consideró Óscar Martínez González, director de la Clínica Universitaria de Nutrición de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Mencionó que, con este tipo de restricciones, se debe establecer políticas públicas enfocadas en la educación alimentaria.
“Lo que más podría impactar realmente en la salud de los mexicanos, para que esta condición de las enfermedades cardiovasculares o eventos vasculares que se presentan comúnmente en nuestra población, más bien va encaminado, justamente, a una educación en la parte de salud”.
Explicó que esta medida ayuda para que algunos de los productos adicionados con este tipo de grasas, como de panadería y algunos otros derivados lácteos, mejoren nutrimentalmente.
No obstante, recalcó la necesidad de que los usuarios sean consumidores responsables del daño que estos productos ocasionan a la salud.
“La parte más importante es hacer hincapié en nuestra población que el llevar un estilo de vida sana y mejorar nuestra calidad de vida es lo que realmente puede ayudarnos a mejorar en toda esta parte de los riesgos a los cuales estamos expuestos y realmente decidir y ser conscientes en lo que estamos comprando”.
Dijo que, por ejemplo, el etiquetado frontal de alimentos, en el que se informa si el producto contiene exceso de azúcares libres, grasas saturadas, grasas trans, sodio, edulcorantes o cafeína no ha impedido el consumo de estos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las grasas trans se utilizan en la producción industrial para que los alimentos tengan mayor duración de conservacióny cada año la ingesta de grasas trans causa más de 500 mil muertes por enfermedades cardiovasculares.
