Fentanilo, nuestro fármaco de batalla: anestesiólogos

Anestesiólogos defienden el uso médico del fentanilo en los hospitales. Foto: Especial

El Colegio de Anestesiólogos del Estado de Querétaro explicó que aunque existen otras opciones al fentanilo para uso médico, no son de fácil acceso para los hospitales públicos

“El fentanilo es nuestro fármaco de batalla, no podríamos sacarlo de los procedimientos quirúrgicos”, subrayó el presidente del Colegio de Anestesiólogos del estado de Querétaro, Eulogio Alfonso Cerero González; esto, ante la propuesta del presidente de México para que se prohíba en el país el narcótico para uso médico con el fin de evitar el manejo y distribución ilegal de la sustancia.

Recalcó que el fentanilo es un narcótico “indispensable” para tratar el dolor, para las sedaciones; e, incluso, para algunos bloqueos regionales. Aunque existen otras alternativas para uso médico, puntualizó que se trata de fármacos más costosos, que requieren de aparatología para su aplicación; y, además, no son de fácil acceso en los hospitales, sobre todo, dijo, en los del sector público.

“El fentanilo es nuestro fármaco de batalla, no podríamos sacarlo de los procedimientos quirúrgicos y, sobre todo, para el tratamiento del dolor. Sí hay sustitutos, pero son fármacos diferentes que sirven para lo mismo, pero desafortunadamente no se tienen al alcance de todos los hospitales públicos, nada más en algunos privados”, afirmó.

Afectaciones a la salud pública

Recalcó que dicha prohibición afectaría de manera directa al gremio y aseveró que es necesario que el Gobierno de México consulte a los especialistas antes de emitir alguna restricción de venta a nivel médico.

“Sí nos afectaría en gran parte. Dentro del gabinete del presidente no sé si haya expertos en anestesia o expertos en dolor; entonces, si tendría que hacer uso del gremio para que decida bien”, refirió.

Aclaró que el fentanilo de uso médico es diferente al que se distribuye en el “mercado negro” de manera ilegal; explicó que el primero tiene un presentación inyectable o en parches, mientras que en el segundo, se trata de tabletas elaboradas por el narcotráfico.

“Nosotros llevamos un control estricto de esos fármacos a nivel institucional y se requieren recetas especiales para que nos den ese fármaco. No es tan fácil que se tenga acceso si no se tiene una cédula o un permiso de una institución; esa parte creo que se ha confundido”, dijo.