Diócesis de Querétaro pide solidaridad con madres buscadoras

El vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, alertó acerca de la normalización de la inseguridad, la violencia y la desaparición forzada en diferentes regiones del país

Un día después de que concluyera la Jornada Nacional de Búsqueda en Vida en territorio queretano, el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, convocó a todos los sectores de la sociedad a solidarizarse con la lucha de las madres buscadoras.

“En general, las autoridades, los ciudadanos, las familias y los grupos organizados que hay en la sociedad lo mínimo que podemos hacer es ayudar, colaborar, solidarizarnos con todas estas situaciones… Y máxime que quienes hacen esta tarea son mujeres”, mencionó en rueda de prensa.

Asimismo, destacó la sensibilidad con que las madres han recorrido todo el país en búsqueda de sus seres queridos desaparecidos, muchas veces -dijo- impulsadas por el dolor de no saber el paradero de sus hijos.

“Es un dolor muy grande. Creo que todo lo que está en nuestras manos, necesitamos hacerlo para mitigar el dolor de una madre que busca a su hijo. Creo que es un deber humanitario la solidaridad con ellas… Para nosotros, desde el punto de vista de la Iglesia Católica, es una solidaridad cristiana”, declaró en el Conservatorio de Música “José Guadalupe Velázquez”.

De acuerdo con las cifras oficiales de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), el número de personas desaparecidas y no localizadas asciende a por lo menos 111 mil 075 en todo el país. En el estado de Querétaro, esa cantidad es de 506 personas cuyo paradero se desconoce.

El también vicario general de la Diócesis de Querétaro recordó que la búsqueda de personas desaparecidas es una responsabilidad del Estado Mexicano; lo anterior, tras la reciente renuncia de la titular de la CNB, Karla Quintana Osuna.

Además, Lara Becerril advirtió acerca de la normalización de la inseguridad y la violencia en diferentes regiones de México, como los estados de Guanajuato y Michoacán.

“La violencia ha sido tan recurrente que pareciera que ya es parte de la vida (…) La muerte, el secuestro y la desaparición pareciera que se están como integrando dentro de la vida (…) Que no es nada normal, esto no es normal en una sociedad”, enfatizó.

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