La UAQ informó que la Dirección de Igualdad de Género y no Discriminación se encuentra trabajando en un “Diagnóstico Institucional Participativo”
La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) informó que la Dirección de Igualdad de Género y no Discriminación se encuentra trabajando en un “Diagnóstico Institucional Participativo” que permitirá al área evaluar las estrategias que están llevando a cabo en contra de la violencia de género, si están funcionando adecuadamente entre la población universitaria o si deben contemplarse el diseño e implementación de nuevas políticas en favor de la prevención.
De acuerdo con Juana Maurilia Ochoa Rocha, responsable de Estudios y Diagnósticos de la Coordinación de Institucionalización y Transversalización de la Dirección, el proyecto se ha realizado con apoyo de diferentes dependencias de la universidad, como la Unidad de Atención a la Violencia de Género (UAVIG), la Dirección de Educación a Distancia e Innovación Educativa, la Coordinación de Información y Estadística y el Comité Universitario de Igualdad de Género.
El estudio consta de dos fases principales: la implementación de una encuesta digital y la conformación de grupos focales.
Explicó que es un diagnóstico mixto del que se obtendrá información cualitativa y cuantitativa y se recuperarán los diversos puntos de vista sobre la violencia de género en las diferentes comunidades universitarias (docente, administrativa y estudiantil), desde bachilleres hasta licenciatura y posgrado.
Según dijo, actualmente, se está aplicando la primera fase que es la recopilación de datos a través de una herramienta digital, un cuestionario de 114 preguntas que abordan rubros como los prejuicios y estereotipos de género, las diversidades y disidencias sexuales y las percepciones de las violencias. La encuesta es anónima y los datos serán utilizados bajo los principios éticos universitarios y para identificar el estado general actual de estos temas en la Institución.
La población de la muestra estratificada a la que se le aplicará el sondeo es de: 339 personas de la comunidad docente, 335 administrativos, 147 estudiantes de la Escuela de Bachilleres y mil 747 de licenciatura y posgrado, en donde se incluyen a todos los campus de la Institución.
“Después de esto se hará la graficación y el análisis de resultados de esta herramienta, se compartirán datos preliminares y después se harán grupos focales (comunidad docente, estudiantil y administrativa) a quienes se les cuestionará para indagar más sobre la información primaria que se obtuvo”, afirmó.
En este sentido, Michelle Villanueva Moreno, directora de Igualdad de Género y no Discriminación, puntualizó que la Institución ha realizado diversos estudios en la materia, desde hace 11 años, con diferentes metodologías y enfocados, principalmente, a la población estudiantil; sin embargo, se requería llevar a cabo uno general en todas las facultades, aplicando una sistema estratificado que permita un muestreo por tipo de población, unidad académica y campus, posibilitando un diagnóstico replicable cada dos años que logre medir avances.
“Necesitamos uno en toda la universidad que nos permita mirar si las estrategias están funcionando o qué nuevas tenemos que diseñar, es por eso que este, del 2023-2024, tiene distintas etapas. La encuesta dará resultados de percepción y los grupos focales nos pueden dar más información sobre el por qué sucede esto, ya sea en violencia, estereotipos de género y sobre las diversidades y disidencias sexuales”, puntualizó.
Refirió que la Dirección cuenta con datos sobre estos temas, así como información por parte de dependencias como la UAVIG, también cuentan con diagnósticos cualitativos y estadísticos efecutados por las unidades de género y por el área, antes llamada, Género UAQ, dando cuenta de la discriminación, pero enfocada, principalmente, hacia las mujeres, por lo que es necesario que ante el escenario actual, se hagan aportaciones sobre lo que está sucediendo en las comunidades de las diversidades y disidencias sexuales, los estereotipos de género y las prácticas de discriminación y violencia.
“Son datos nuevos que necesitamos tener. Estamos buscando que las buenas prácticas y ejercicios que se han desarrollado en los últimos años se puedan institucionalizar de manera que podamos replicarlos, evaluarlos, modificarlos y diseñar nuevas políticas acordes a la realidad y, que, si no funcionan, se cambien. La intención es efectuar este diagnóstico cada dos años, lo que nos va a cambiar las acciones que no están sirviendo y sostener aquellas que sí cumplan con el objetivo”, reiteró.
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