Querétaro será sede de Concursos de Pinchos y Tapas México y de las Américas; por ello, en septiembre del próximo año estos eventos reunirán a chefs de todo el país y el continente para exponer la oferta culinaria de sus lugares de origen
El mes de septiembre de 2025, Querétaro será un hito gastronómico, ya que la ciudad cuenta con una exquisita oferta culinaria, acompañada de su compromiso con el turismo. Por ello, será sede del Tercer Concurso de Pinchos y Tapas México, así como del Segundo Concurso de Tapas de las Américas, en donde se reunirá a chefs de todo el país y el continente.
La directora de los concursos, Eva García, se mostró entusiasmada y dijo: “Estamos en el tercer día del Concurso de Tapas de las Américas. Durante esta edición, tuvimos el Concurso Nacional con 32 participantes de diferentes estados y contamos con 14 participantes de nueve países de América . El nivel de competencia ha crecido exponencialmente y la calidad de las tapas presentadas es impresionante”.
Además, explicó que el ganador del concurso nacional “viajará a Valladolid (España) para representar a México, mientras que los segundos y terceros lugares recibirán premios económicos. Para el Concurso de las Américas, los tres primeros lugares representarán a sus países en el mundial”.
Por su parte, Ángel Moretón, director técnico del Concurso Mundial de Pinchos y Tapas de Valladolid, compartió su visión sobre la competencia: “El nivel que hemos visto este año es impresionante. Ha sido muy difícil para los jurados decidir quiénes representarán a su países en Valladolid”.
En Querétaro, la competencia forma parte de una serie de certámenes internacionales organizados por el concurso mundial.
El Concurso Nacional de Pinchos y Tapas México este año, contó con 300 inscripciones, reflejando el interés y reconocimiento del evento: “Queremos que cada año el concurso sea más grande y mejor. La sede seguirá siendo Querétaro y estamos seguros de que en la próxima edición veremos aún más países y un nivel de competencia más alto”, destacó Eva García.
Con información de: El Economista
