La calificadora decidió rebajar la nota crediticia del país y de Pemex, y pronosticó una caída de 2.3% del PIB anual por la contingencia sanitaria
La calificadora mexicana HR Ratings bajó la calificación de la deuda soberana de México a HR BBB+ (G) de HR A-(G) para largo plazo y a HR3 (G) de HR2 (G) para el corto, manteniendo perspectiva negativa, debido a elementos que deterioraron la calidad crediticia del país, entre ellos, la expectativa de recesión de la economía, ya que prevé caída de 2.3 por ciento en 2020 y deterioro de perspectivas de mediano plazo.
Debido al menor dinamismo económico, calcula un incremento en la deuda neta a 45.5 por ciento del PIB, desde 41.4 por ciento en 2019, lo que se traduce en un deterioro de la perspectiva fiscal.
La agencia también recortó la calificación debido al incremento en el riesgo derivado de los choques exógenos a la vista, que pueden afectar las cuentas externas del país y las finanzas públicas.
Expone que el gobierno tendrá un espacio fiscal limitado, por lo que necesitará flexibilizar su objetivo de balance primario a costa de incrementar la deuda para poner en marcha políticas contracíclicas que eviten una recesión más profunda.
Precisa que entre los riesgos para la perspectiva de la país se ubican el impacto inmediato del COVID-19 sobre las cadenas de valor globales, y las consecuencias sobre la economía global de las medidas implementadas para la contención de la pandemia en el mediano plazo, especialmente en Estados Unidos y países desarrollados.
Asimismo, la caída en los precios del petróleo derivado de las tensiones geopolíticas que afectan la oferta y por una caída en la demanda mundial.
Agregó que el deterioro en la perspectiva de crecimiento global resulta adverso para el dinamismo del comercio, en especial del sector manufacturero.