El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, advirtió que la pandemia por el COVID-19 aún está en proceso, lo que genera una gran incertidumbre para cualquier proyección económica.
Debido a lo anterior, el Banxico tiene tres escenarios del comportamiento de la economía: el primero es de “V”, con una caída abrupta pero no tan profunda del Producto Interno Bruto (PIB) de 4.6 por ciento en 2020, pero con una recuperación rápida y con un avance de 4.0 por ciento en 2021.
El segundo escenario también es de una caída de la economía en “V” pronunciada, aunque con una caída más profunda del PIB de 8.8 por ciento, pero con un recuperación también pronta, con un avance de 4.1 por ciento en 2021.
Expuso que el tercer escenario es de “U” profunda, con una caída de 8.3 por ciento este año y también una contracción del PIB de 0.5 por ciento el próximo año.
“No hay elementos para darle una mayor probabilidad a uno u otros, lo que ilustra el reto que se tiene para la actividad económica, la cual estará condicionada a las acciones de salud”, recalcó al presentar el Informe Trimestral de enero a marzo de 2020 del banco central
Díaz de León eludió en todo momento de no calificar a la actual debacle de la economía como una recesión, al señalar que “ya es cuestión de algunos criterios, pero creo que estamos en un escenario de una contracción muy profunda en la actividad económica, eso queda de manifesto con las cifras”.
“No hay duda de la gravedad y del impacto económico que estamos enfrentando no solo el país frente a esta situación inédita, ya que se trata de un choque exógeno a la actividad económica y al ciclo financiero”, enfatizó.
Sobre el futuro de la recuperación, el gobernador dijo que ésta dependerá de cuánto dure el distanciamiento social; en la medida en que no se pierdan más empleos y la actividad productiva y las empresas puedan sobrellevar esta emergencia, “estaremos en una mejor disposición para una recuperación más ágil”.
En cuanto a los riesgos para el crecimiento, destacó “que el objetivo es evitar mayores contagios, se prolonguen las medidas de distanciamiento social o se implementen medidas más estrictas, lo que ocasionaría una mayor o más prolongada parálisis de la actividad económica”.
Otro peligro estriba en que se observen episodios adicionales de volatilidad en los mercados financieros internacionales, o que se se observen deterioros adicionales en la calificación de la deuda soberana y de Pemex.
Cuestionado sobre el tema de los remanentes del Banxico, el gobernador dijo que es necesario esperar a que termine el año para ver si se registran o no.
Sobre la reciente apreciación del peso, explicó que se debe a una menor aversión al riesgo global y a la apertura de las economías de Estados Unidos y de México.
La subgobernadora de Banxico, Irene Espinosa, expuso que el regreso a una nueva normalidad implicará nuevos retos, sobre todo en la coordinación entre las autoridades y el sector privado para la apertura gradual de la economía.
El subgobernador Javier Guzmán recomendó a su vez confiar en la voz de los expertos y dejar que sean ellos los que nos indiquen las medidas que se tienen que adoptar, y en este caso, sugirió apegarse a los lineamientos que dicte la Secretaría de Salud.
A su vez, el subgobernador Jonathan Heath sugirió tener mucho cuidado con el desconfinamiento, para no caer en un escenario de una recuperación en forma de W, con una segunda fase de recesión, porque “este sí sería el peor escenario”.
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