La pandemia por COVID-19 en México ha dejado a un millón 113 mil 677 despidos, esto en los primeros seis meses de este año 2020, tan solo en junio se registraran 83 mil 311 bajas laborales
De marzo a junio pasados, la crisis económica de la pandemia del COVID-19 ha generado ya un millón 113 mil 677 despidos en México, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Lo anterior luego de que en junio se registraran 83 mil 311 bajas laborales, que se sumaron al millón 30 mil 366 que se tuvieron de marzo a mayo y en donde abril fue el mes más crítico, con el despido de 555 mil 247 personas.
La mayor pérdida de empleos se sigue registrando en las plazas consideradas como permanentes, es decir en donde se tenían contratos indeterminados, ahí se reportó la totalidad de la cancelación con 85 mil 554 plazas.
Mientras tanto, en el empleo eventual empezó a darse un repunte con la creación de 2 mil 243 empleos inscritos en junio en el Seguro Social.
Aun cuando la cancelación de plazas fue menor que en los meses de marzo (130 mil 590), abril (555 mil 247) y mayo (344 mil 500); junio sigue reportando la mayor caída del empleo para el mismo mes desde que se tenga registro.
De manera consolidada, durante el primer semestre del 2020, la reducción del número de empleos formales es de 921 mil 583, de los cuales 72 por ciento eran plazas de tipo permanente.
Al respecto, David Kaplan, especialista senior de la división de Mercados Laborales del BID, comentó en sus redes sociales que “el empleo registrado en el IMSS reportó la segunda mayor reducción y la tercera mayor reducción porcentual para un mes de junio desde que tenemos datos”. Además de que supera “el peor momento” de la crisis 2009.
Además, el IMSS resaltó que en los últimos doce meses se registró una disminución de 868,807 puestos, equivalente a una tasa anual de menos 4.3 por ciento.
“La pérdida de empleo ocasionada por el COVID-19 supera el millón de plazas; en cuatro meses se cancelaron muchos puestos y ello nos obliga a buscar todas las alternativas posibles; el desafío durante y posterior al confinamiento es tener empleos formales”, afirmó Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).
Asimismo, comentó que los empleadores han empezado a reportar una ligera recuperación del empleo como resultado de la reapertura escalonada de las actividades económicas sobre todo en lugares como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Leñero dijo que “las modalidades de contratación ilegal, que no dan ninguna prestación, incluido desarrollar un modelo de capacitación, no sólo han generado desigualdad creciente en la fuerza laboral, sino que impide a México crear oportunidades de empleos sostenibles a futuro y nos hace vulnerables a economías modernas”.
Cabe destacar que, de acuerdo con los analistas, en crisis pasadas, como en la del 2008-2009, la tasa de contrataciones se recuperó luego de una década, por lo que no sólo se tiene que evitar los despidos en el país, si no empezar a fomentar la contratación laboral.
Soporte productivo impulsará empleos
José Luis de la Cruz comentó que la reactivación de la economía mexicana dependerá del soporte que se le otorgue al sector productivo, es decir, “del entorno y de los apoyos que se generen para el sector real de la economía: la creación de empleo depende de la producción que se realice en el país, ya sea para el mercado interno o para la exportación”.
De ahí que es necesario que se creen las condiciones propicias para que el mercado laboral mexicano recupere el millón de empleos formales perdidos entre marzo y junio. “De igual forma se puede incidir para que los 13 millones de mexicanos que se encuentran en la informalidad encuentren una ocupación en la economía formal. Contribuir a mejorar las capacidades productivas, competitivas y de calidad en las empresas que exportan a mercados que tienen mayor capacidad de compra y en donde la economía tiene un mejor desempeño”.
En tanto, María Fonseca, directora del Instituto de Familias Empresarias para México y Latam, del Tecnológico de Monterrey, informó que dentro del sector formal los jóvenes y las personas de menores ingresos fueron las más afectadas. “No es dramática la caída, pero es una tendencia que se esperaba; además, vemos que la tendencia seguirá a la baja en este año. Al tratar de reactivar la economía no se da un comportamiento ordenado, ni mucho menos, no se ve una activación en el sentido de las actividades no esenciales, por ello, todavía no podemos ver que se de un cambio en la tendencia”, explicó.
Añadió que por entidad federativa las mayores pérdidas de empleo se concentran en Quintana Roo (-22.9 por ciento), Baja California Sur (-11 por ciento) y Guerrero (-7.2 por ciento), estados con importantes destinos turísticos, actividad que ha sido la más afectada por la emergencia, y que aún no tiene certeza de recuperación.
Cabe destacar que 29 entidades federativas se mantienen en números negativos en cuanto a la generación de empleo; y sólo Tabasco, Michoacán y Baja California reportaron una ligera creación de plazas.
Y respecto a los sectores que presentan crecimiento anual en puestos de trabajo, éstos son agropecuario, con 3.5 por ciento; servicios sociales y comunales con 2.3 por ciento; y electricidad con 0.1 por ciento. En su reporte, el IMSS también presentó el registro de patrones, que al mes de junio, reportó un crecimiento mensual de 2 mil 823 patrones que representa el 0.9 por ciento; por lo que, hasta el 30 de marzo hay un millón 590 patrones.