Domínguez Marrufo tendrá que acelerar los trabajos que permitan cumplir, en noviembre, con la primera etapa de la reforma laboral
A dos días de haber sido nombrado por una mayoría en el Senado de la República como el primer director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, Alfredo Domínguez Marrufo comenta a El Economista el enorme reto que representa recuperar el tiempo -“y meter el acelerador”- para aplicar el nuevo modelo laboral, en donde la contratación colectiva y la democratización de los sindicatos se vuelvan una realidad.
Con 5 meses de retraso, Domínguez Marrufo tendrá que acelerar los trabajos que permitan cumplir, en noviembre, con la primera etapa de la reforma laboral, que será justo la creación del organismo descentralizado que se encargará de dirimir los conflictos laborales y de llevar un puntual registro tanto de sindicatos como de contratos colectivos.
“El gran reto es cumplir en tiempo y forma con los tiempos. El gran reto del Centro es la primer etapa que tenemos con mucho apresuramiento porque este nombramiento nosotros esperábamos que fuera desde febrero o marzo y se retrasó, y ya se necesitaba porque estamos pendientes de que se apruebe el estatuto orgánico del Centro, la estructura, la aprobación del presupuesto y todos los procedimientos que se tienen que realizar de concurso y de contratación”, detalló.
Asimismo, se tienen que fijar todos los lineamientos para que el Centro pueda actuar, mientras no haya director general “no podíamos convocar al máximo órgano de gobierno para empezar a tomar decisiones.
De entrada ese es el principal reto, poder hacer toda la gestión necesaria para que el propio Centro tenga la documentación sobre todo archivos digitales; en principio todos los expedientes de todos los contratos colectivos de trabajo y todos los registros sindicales que se encuentran (actualmente) en el Registro de Asociaciones Federal que son más de 2000, y otros 26,000 registros de sindicatos que se encuentran depositados en las juntas locales de conciliación y arbitraje. Además de los excedentes de los contratos colectivos y de los convenios tanto en la Junta Federal como en la Junta Local”.
Se requiere, asimismo, capacitar al personal y tenerlo contratados e instalar todas las plataformas tecnológicas de registro y de conciliación; pues se requiere tener “un portal con la transparencia y publicidad de todos los documentos que tienen que estar a disposición de las y los trabajadores respecto a los estatutos de los contratos colectivos, ese es uno de los retos que están ya funcionando en 8 entidades federativas que son las que iniciamos y en nuestra sede central aquí en la Ciudad de México.
Para Dominguez Marrufo, quien dejó el cargo como subsecretario de Trabajo y Previsión Social, llegar al Centro con el apoyo de una mayoría, permite ofrecer a las partes -patrones y trabajadores- la garantía de que se trabajará con honestidad y transparencia.
A pesar de que el presidente de la Comisión de Trabajo del Senado de la República, Napoleón Gómez Urrutia no acudió a votar para la designación, Marrufo argumenta que “a mí lo que me dice la votación (79 votos a favor) es que hay un amplio respaldo. El haber obtenido prácticamente más del 80% de los votos del Senado, es para mí un gran respaldo, independientemente que por razones sanitarias, médicas o de traslado no hayan podido acudir; pero yo estoy cierto de que más allá de las posiciones políticas de unos y otros el respaldo sobre todo de los sectores de oposición fue un respaldo muy importante para el caso de la designación del titular. Estoy cierto de que esta legitimidad que da también una gran solidez par actuar con autonomía e independencia”.