¿Con o sin foto? El dilema de incluir el retrato personal en el currículum vitae

Especialistas en Recursos Humanos sostienen que la fotografía no es un elemento relevante en un CV, por lo que puede omitirse cuando la vacante no la solicita

Es imposible no asociar el currículum vitae con la búsqueda de empleo, van de la mano. El CV lo solicitan prácticamente en todas las organizaciones, es un recurso que tienen las empresas para evaluar a los candidatos, tenerlo listo es básico.

Pero ¿qué tan importante es incluir la foto en la hoja de vida?

La imagen de los candidatos en los CV es un dilema que genera puntos encontrados. Sin embargo, especialistas en Recursos Humanos coinciden en que la fotografía es un elemento que puede eliminarse del currículum vitae, bajo ciertas condiciones.

• Lo primero que tienes que saber es que si la empresa no lo pide, la fotografía en el CV queda a consideración del candidato.

“Nosotros como tal, no estamos midiendo la fotografía, para los reclutadores lo importante son las competencias, la experiencia del candidato”, explica Alma Aguirre, subdirectora de la agencia de colocación JobFit.

La óptica de Alejandro Olivera no es diferente, incluso sugiere a los buscadores de empleo no incluir la fotografía en su CV. “Lo que estás vendiendo es tu experiencia, las competencias que tienes, las habilidades que has desarrollado, los éxitos y lo que puedes aportar”, comenta el decano asociado de Educación Continua de la Escuelas de Negocios del Tec de Monterrey y especialistas en Recursos Humanos.

De acuerdo con la consultoría CCN, el argumento principal de quienes defienden el uso de fotografía en la “hoja de vida” es asociar el rostro con el nombre, pues en ocasiones se revisan tantos CV, que es más práctico recordar a un candidato con la foto.

Empresas globales, la diferencia

Martha Valderrama, directora de la maestría de Capital Humano de la Universidad Anáhuac, también opina que solicitar una foto en el CV es un tema cultural. Y aunque debemos aspirar a un reclutamiento inclusivo y sin elementos que puedan dar paso a la discriminación, la realidad a la que se enfrentan los mexicanos que buscan empleo son vacantes donde se sigue solicitando el CV.

“En las empresas globales no es necesario porque se rigen bajo políticas internacionales, influidas por los procesos de países donde siempre se maneja un proceso de recepción de CV sin fotografía e incluso sin dirección, para cumplir con la igualdad de oportunidades, únicamente evalúan la experiencia y la formación”, expresa la académica.

Al menos en las empresas globales, la foto no es un elemento que sea relevante para tomar una decisión. “Lo importante es estar capacitado para el puesto”, enfatiza Alejando Olvera.

Enfocado en competencias y logros

En algunas ocasiones, el retrato fotográfico puede ser un recurso con el cual el candidato puede ponerle rostro a la persona de la cual se habla en la “hoja de vida”, de quien se está contando su historia. Pero no es un elemento que se tome en cuenta para determinar si la persona continua en el proceso, puntualiza la subdirectora de JobFit.

La bolsa de trabajo Bumeran asegura que “los responsables de Recursos humanos sostienen que una buena aplicación al puesto responde sólo a lo que solicita el anuncio. Si no pide foto, no hay que colocarla”.

Más importante que incluir una foto es destacar las competencias, la trayectoria y los logros obtenidos en puestos anteriores, dice Alma Aguirre.

Cuando un candidato comparte ejemplos concretos de logros obtenidos, se causa un mayor impacto en la tarea de los reclutadores, agrega Olivera Ramírez.

En ese sentido, Martha Valderrama también sugiere a los candidatos no colocar fotografía en el CV y concentrar esfuerzos en diseñar un currículum que destaque su experiencia y logros. “Es muy bueno que coloquen las fechas exactas de ingreso, egreso y motivos por los cuales han dejado los trabajos anteriores e igual los logros: qué implementaron, cuándo lo implementaron y cuáles fueron los resultados”, concluye la directora de la maestría de Capital Humano de la Universidad Anáhuac.

Con información de El Economista

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