La inflación entró de golpe en los hogares mexicanos: al corte de abril del 2022, la tasa interanual se ubicó en 7.68 por ciento y los precios de la comida, los energéticos, los servicios básicos y otros genéricos fundamentales al interior de las viviendas continúan encareciéndose.
En el resto del mundo se enfrentan realidades similares y los especialistas y organizaciones económicas y financieras proyectan que la tendencia acelerada de la inflación continuará este año y el que viene, por lo menos.
Y aunque los productos agroalimentarios son los que registran los incrementos de precio más prominentes, la inflación alcanza también a otros productos básicos para la vida: agua, luz, gas, limpiadores, desinfectantes, muebles, ropa y otros enseres domésticos.
Por ejemplo, el jabón para lavar lidera la lista, al comercializarse 26.2 por ciento más caro que el mismo mes del año pasado.
Los suavizantes y limpiadores registraron un incremento de 11.2 por ciento; los blanqueadores, un 9.6 por ciento; los plaguicidas, un ocho por ciento; los detergentes, un 7.4 por ciento, y los desodorantes ambientales, un 6.7 por ciento.
Por su parte, el gas natural registró un incremento de 19.7 por ciento (el servicio que más se encareció en los últimos 12 meses), en contraste con el gas doméstico LP, que presentó un modesto incremento de 1.9 por ciento.
Con información de El Economista
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