De acuerdo con las minutas de una reunión monetaria, dos miembros de Banxico ven apropiado retomar ajustes a la baja en la tasa de interés, pese al voto otorgado por otro integrante para mantenerla sin cambio
Dos miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) consideran que sería apropiado retomar los ajustes a la baja en la tasa de interés, pese al voto que otorgó uno de ellos para mantenerla sin cambio en la decisión del 27 de junio.
Tal como lo muestran las minutas de aquella reunión, otro integrante subrayó que “un enfoque de gradualidad” permite actuar responsablemente, atendiendo todos los determinantes inflacionarios dentro del horizonte de política monetaria.
El mismo miembro consideró “inapropiado adoptar una postura altamente dependiente de datos, que equivaldría a incorporar solo una parte del conjunto de información y conduciría la política monetaria con rezagos”.
En coincidencia con otro miembro, enfatizó que “hacer ajustes adicionales en la tasa no implica dejar de mantener una postura restrictiva que seguirá siendo necesaria ante los retos que prevalecen”.
“El desafío es definir el ritmo de dichos ajustes tomando en cuenta el comportamiento de la inflación respecto de las metas intermedias, el desempeño de los determinantes y los riesgos que prevalezcan”, argumentó.
El otro miembro con quien convergió sobre el hecho de que la postura seguirá restrictiva aún en la eventualidad de un ajuste en la tasa, puntualizo que “los ajustes eventuales (en la tasa) se harán para mantener la tasa real ex ante en el rango de 7 por ciento a 7.5 por ciento. Destacó que desde la decisión de marzo dicha tasa aumentó 12 puntos base ubicándose en la parte media de este rango”.
Tal como se lee en las minutas de aquella reunión monetaria, la tercera programada del año, otro de los cinco banqueros centrales externó que “ante la situación actual (del mes de junio) de elevada incertidumbre y volatilidad financiera, una reducción en la tasa de referencia sorprendería (…) y podría genera mayor volatilidad cambiaria y elevar las expectativas de inflación”.
Al detallar su opinión disidente, pues fue el único de los cinco miembros de la Junta, que votó a favor de un recorte en la tasa, argumentó que el panorama inflacionario enfrenta dos choques contrapuestos que pueden contrarrestarse: la depreciación por “eventos idiosincráticos y la confirmación de un debilitamiento económico mayor al esperado”, por lo que dijo: “juzgo responsable hacer una reflexión profunda sobre el nivel de restricción apropiado en el contexto actual”.
