Preocupa que la reducción de presupuesto para educación, cultura y ciencia no sea temporal y sí una política que llegó para quedarse, dijo el presidente de la FIL en una ceremonia que destacó por la ausencia de representantes del gobierno federal
Raúl Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara y de la asociación civil del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, dio el banderazo de salida a la ceremonia de inauguración del encuentro literario, que este año se llevará a cabo por vías digitales y que contará con más de 300 invitados de 38 países.
Comparto el mensaje pronunciado durante la ceremonia de inauguración de la XXXIV edición de la @FILGuadalajara y entrega del premio FIL de Literatura en Leguas Romances 2020. Sábado 28 de noviembre de 2020. https://t.co/jwvsbagcYZ Vís @CANAL44TV
— Raúl Padilla López (@RPadillaLopez) November 28, 2020
“Iniciamos la trigésima cuarta edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara con sentimientos encontrados. Tenemos la misma ilusión y alegría de cada año por su inicio, pero también tristeza por todo lo que ha venido ocurriendo durante este fatídico año. Miles de hogares han sido tocados por la pandemia y las víctimas mortales han superado todas las proyecciones. Muchos hemos perdido a familiares, amigos, vecinos, personas significativas en nuestras vidas. Lo lamentamos profundamente y expresamos nuestras condolencias. Dedicamos esta FIL a la memoria de todos los fallecidos. El puente que nos une a ellos, como diría Thornton Wilder, en su famosa novela ‘El puente de San Luis Rey’, es indestructible porque está hecho de amor, un material más durable que la memoria”, fueron sus palabras.
Afirmó que la decisión de no cancelar este año, pese a las adversidades propias de un escenario sanitario como el que nos aqueja, obedeció al compromiso de la feria con una industria editorial mermada por la recesión económica global.
“Nos hemos enterado con pesar del cierre de librerías, de la cancelación de ferias, de la supresión de contratos, de lanzamientos aplazados y en general de considerables pérdidas de ingresos para todos quienes dependen del libro. Nuestra feria ha querido contribuir a aliviar esta situación con lo mejor que sabe hacer: vincular a los múltiples agentes que hacen posible el libro en el marco de una gran celebración de las letras, el pensamiento y la cultura”, añadió.
Dijo que la FIL se ha consolidado a pesar de muchas cosas pero nunca en contra de personas e instituciones. “A pesar, por ejemplo, del escepticismo de quienes dudaron de su éxito en un país como el nuestro y más aún en su provincia, o a pesar de los cambiantes criterios de los gobiernos en turno, para apoyar su realización o en contra de que se impongan criterios de qué libros sí valen, de qué ideas sí importan o de qué discursos sí deben escucharse. No podría ser de otra manera”, explicó y abogó por la discrepancia como rasgo esencial del encuentro editorial que encabeza.
Refirió que la pandemia no solo ha mostrado los riesgos de alterar los ecosistemas, las limitaciones de la vigilancia sanitaria, la fragilidad de los sistemas de salud y lo altamente vulnerables que son las sociedades desiguales; “también nos ha hecho ver el débil control democrático de las decisiones públicas y la facilidad con que se pueden romper arreglos institucionales que se suponían garantizados. En los ámbitos de la educación, la ciencia y la cultura, la crisis provocada por el Covid-19 empeoró la ya tendencial reducción del presupuesto del Estado mexicano en estos rubros. Hay mucha preocupación de que esto no sea algo temporal y sí una política que llegó para quedarse”.
Explicó que dejar que la educación, la ciencia y la cultura sufran los efectos de las crisis compromete el desarrollo del país y hará más hondas sus desigualdades sociales.
En la ceremonia inaugural también estuvieron presentes Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco; Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la Universidad de Guadalajara (UDG); Ismael del Toro Castro, presidente municipal de Guadalajara; Pablo Lemus Navarro, presidente de Zapopan; Juan Luis Arzoz Arbide, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), y Marisol Schulz Manaut, directora general de la FIL Guadalajara.
Destacó la ausencia de representantes del gobierno federal a diferencia de las ediciones precedentes. El año pasado, en la tradicional sede en la Expo Guadalajara, se presentó la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, quien efectuó un recorrido por los pasillos del encuentro editorial.
A pesar de su formato, la edición de este año no escatima en pensadores invitados de primer orden encabezados por los Premios Nobel Venki Ramakrishnan, de Química 2009; Aarón Ciechanover, de Química 2004, y Mohamed ElBaradei, de la Paz 2005.
Dentro de las más de 300 actividades a las que el público tendrá acceso de manera remota y gratuita figuran invitados como Yuval Noah Harari, Salman Rushdie, Almudena Grandes, Mohamed El-Baradei, Lídia Jorge, Camilla Läckberg, Sergio Ramírez, Camila Sosa Villada (quien recibirá el Premio Sor Juana Inés de la Cruz), Martín Caparrós, Cristina Rivera Garza, Fernando Savater, Brenda Lozano, Nora Krug y Guillermo Arriaga.
También forma parte de la selección de invitados Leonardo de Padura, Javier Cercas, Juan José Millás, María Negroni, Rosa Montero, Marta Sanz, Joël Dicker, Gonçalo M. Tavares, Fernanda Melchor, Herman Koch, Antonio Lazcano, Julieta Fierro, Yolanda Reyes y Juana Karen Peñate.
La programación de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara) está disponible a través de la página fil.com.mx