La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México confirmó que solicitó al Gobierno de Israel la extradición de Andrés Roemer, quien enfrenta varias acusaciones por violación y abuso sexual
El gobierno mexicano solicitó a Israel la extradición del escritor y exdiplomático Andrés Roemer, acusado de violación y abuso sexual por varias mujeres, informó este lunes la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
La solicitud se realizó bajo “el principio de reciprocidad internacional” y cuenta con el respaldo de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), dijo la fiscal general de Justicia de la capital del país, Ernestina Godoy, en un mensaje por video.
“Con lo anterior, esperamos lograr su aprehensión y traslado a México para que sea puesto a disposición de un juez a la brevedad”, indicó la funcionaria capitalina.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México había anunciado previamente que el exdiplomático, de nacionalidad mexicana e israelí, era buscado por la Interpol a petición del gobierno mexicano, tras una orden de arresto del Tribunal Superior de Justicia de Ciudad de México.
Buenos días y buen inicio de semana, les comparto mi mensaje semanal sobre las acciones que ha realizado la @FiscaliaCDMX para combatir la violencia contra las mujeres en el marco de la alerta de género.
La @FiscaliaCDMX está en alerta por tihttps://t.co/8vqH9SJLhg pic.twitter.com/q8lw5A0eeZ
— Ernestina Godoy Ramos (@ErnestinaGodoy_) June 14, 2021
Las acusaciones contra Roemer comenzaron en febrero, cuando la bailarina Itzel Schnaas lo señaló de agresión sexual.
El intelectual negó “rotundamente” en Twitter la primera acusación, pero se apartó de las redes sociales a medida que aumentaban las denuncias en su contra.
De acuerdo con esas versiones, el exfuncionario solía citarlas en su casa u oficina bajo pretexto laboral, y luego realizaba tocamientos inapropiados.
Roemer, de 57 años, fue cónsul de México en San Francisco, Estados Unidos. También realizaba labor de filantropía y fungió como embajador de buena voluntad ante la UNESCO, organización que rompió relación con él tras hacerse públicos los casos de presunta violación sexual.
