Amnistía Internacional lamentó que las autoridades de Estados Unidos sigan devolviendo casi de inmediato a la mayoría de las niñas y niños migrantes mexicanos no acompañados que cruzan la frontera
Durante años, el acceso de los menores migrantes no acompañados a los procedimientos de asilo en la frontera de México con Estados Unidos se ha destacado por ser un proceso irregular. En el caso de los niños y niñas mexicanos, dichos procesos llegan a ser inexistentes, ya que los acuerdos de repatriación entre ambas naciones permiten la devolución inmediata de casi todos estos menores no acompañados, alertó Amnistía Internacional (AI).
En el informe: Empujados al Peligro, la ONG detalló que aunque desde noviembre de 2020 los niños y niñas no acompañados han quedado exentos de las expulsiones practicadas por autoridades estadounidenses, en aplicación del Título 42 que fue puesto en marcha en el marco de pandemia de COVID-19, los menores de nacionalidad mexicana son devueltos sin demora a México en virtud de otra ley, y continúan sin tener casi ningún acceso a los procedimientos de asilo.
Ello debido a la imposición de una ley para el año fiscal de 2020, en la que se señala que “cuando no se detecta que el menor migrante no acompañado, procedente (de nacionalidad) de México o de Canadá, pueda ser víctima de delitos graves de trata, y se considera que está capacitado para tomar la decisión informada de volver a su país de origen, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) puede ofrecerle el regreso voluntario”.
Amnistía Internacional lamentó que aunque los menores no acompañados han dejado de ser expulsados en masa en aplicación del Título 42, las autoridades estadounidenses de fronteras siguen devolviendo de inmediato a la inmensa mayoría de los niños y niñas mexicanos no acompañados que entran en Estados Unidos, al utilizar de manera injusta una disposición de la legislación contra la trata de personas relativa a los niños y niñas mexicanos no acompañados, con el fin de privar a éstos de la evaluación efectiva de los posibles daños a los que son devueltos y negarles así el acceso al asilo.
“Amparándose en esa disposición, aplicable sólo a los países fronterizos (México y Canadá)”, los funcionarios estadounidenses de fronteras evalúan de forma superficial y poco efectiva el peligro de sufrir daños o de ser víctimas de trata que corren los niños y niñas mexicanos no acompañados y, a continuación, los repatrian sin llegar a abrirles ningún proceso de inmigración”, se subrayó.
Según cifras recopiladas, entre noviembre de 2020 y abril del 2021, tras haber dejado de aplicarse el Título 42 a los niños y niñas no acompañados, alrededor del 20 por ciento de los casi 60 mil menores migrantes no acompañados aprehendidos por la Patrulla de Fronteras eran de nacionalidad mexicana. Según las estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos Estados Unidos, se devolvió sin demora, aproximadamente, al 95% de los menores de edad mexicanos, a menudo en cuestión de horas.
El 25 de mayo de 2021, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), dependiente del DHS, comunicó a Amnistía Internacional que, de noviembre de 2020 a abril de 2021, había devuelto a unos 10 mil 270 niños y niñas mexicanos no acompañados (sin contar las devoluciones practicadas en aplicación del Título 42). Por el contrario, durante ese mismo periodo, la CBP había remitido sólo a unos pocos cientos de niños y niñas mexicanos no acompañados a especialistas en protección de menores de edad de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
En total, la frecuencia con que los menores mexicanos no acompañados aprehendidos por la Patrulla de Fronteras de Estados Unidos fueron devueltos a México había sido 22 veces superior a aquélla con la que fueron remitidos a la ORR.
Defensores y defensoras de los derechos humanos de la población migrante, organizaciones internacionales, migrantes y funcionarios del gobierno en el norte de México aseguraron a Amnistía Internacional que, con frecuencia, las autoridades estadounidenses consumaban estas sistemáticas devoluciones de niños y niñas mexicanos sin haber evaluado previamente su temor a regresar a México, como exige la ley, con el fin de garantizar que no sean devueltos a situaciones en las que puedan sufrir daños ni sean víctimas de trata.