El expresidente de México, Luis Echeverría Álvarez, quien fue acusado penalmente por el delito de genocidio debido a su presunta responsabilidad en las masacres de 1968 y 1971, cumple hoy 100 años de edad
Este lunes 17 de enero, Luis Echeverría Álvarez –quien fue presidente de México entre 1970 y 1976– ha llegado a la emblemática edad de 100 años con un legado marcado por su papel en las masacres estudiantiles del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971; así como la violencia de Estado ejercida durante la llamada “Guerra Sucia”.
Nacido hace un siglo en la Ciudad de México, una de las últimas figuras de la época más autoritaria en la historia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pasó a la historia por su apoyo a movimientos de izquierda como la Revolución Cubana, la victoria de Salvador Allende en Chile y el sandinismo en Nicaragua; sin embargo, dentro del país se dedicó a perseguir y reprimir con violencia a cualquier expresión de oposición.
“Son muchos los problemas contemporáneos que se inician en el sexenio de Echeverría, pero sin duda el más duradero es la violencia de Estado”, destacó la historiadora Adela Cedillo, quien es profesora de la Universidad de Houston, en una entrevista con la agencia española de noticias EFE.
Luis Echeverría, presunto genocida
Tras la derrota del PRI en las elecciones presidenciales de 2000, el expresidente de México fue procesado penalmente por su presunta responsabilidad en el delito de genocidio debido a su participación en las masacres estudiantiles de la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco (1968) y del Jueves de Corpus Christi (1971).
El 2 de julio de 2002, Echeverría Álvarez se convirtió en el primer funcionario mexicano citado a declarar por la violenta represión gubernamental contra los estudiantes durante las décadas de 1960 y 1970. Aunque le fue dictado auto de formal prisión y fue puesto bajo arresto domiciliario, su avanzada edad le permitió ser exonerado el 26 de marzo de 2009.
“Ha salido la suficiente documentación para esclarecer que fue algo programado y planeado por el Estado, desde la presidencia”, señaló la académica Adela Cedillo.
De acuerdo con estimaciones de diferentes organizaciones sociales, la matanza de Tlatelolco dejó más de 300 personas muertas y la masacre del “Halconazo” se cobró la vida de por lo menos 17 manifestantes; ambos episodios represivos ha quedado grabados profundamente en la memoria histórica de México.
Cuando fue perpetrada la masacre de Tlatelolco (2 de octubre de 1968), Luis Echeverría Álvarez era secretario de Gobernación y el colaborador más cercano al entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz; mientras que la matanza del Jueves de Corpus Christi (10 de junio de 1971) sucedió en pleno sexenio echeverrista.
El legado de Luis Echeverría
Fue en abril del año pasado, cuando el político priista fue visto por última vez en público con motivo de la vacunación contra COVID-19; entonces crecieron las exigencias de esclarecer las desapariciones forzadas ocurridas durante su administración 1970-1976, cuando se desplegó la “Guerra Sucia” contra las guerrillas y los movimientos de izquierda.
Apenas en diciembre de 2021, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió a que la Comisión de la Verdad entregará resultados “lo más pronto posible” sobre las graves violaciones a derechos humanos ocurridas durante el sexenio echeverrista.
“Saber qué sucedió, cómo se dieron los hechos, quiénes fueron los responsables, conocer la verdad. Ojalá y se terminen las investigaciones, lo más pronto posible. Yo quiero que antes de que concluya mi mandato podamos informar y hacer justicia. Sobre todo, para que nunca más vuelva a suceder, y que se aleje la tentación de los gobiernos autoritarios, represivos, violadores de derechos humanos, para que nunca más vuelva a pasar esto en el país”, dijo el mandatario mexicano.
Sin embargo, funcionarios que colaboraron con Luis Echeverría Álvarez siguen ocupando cargos relevantes al más alto nivel del Estado Mexicano; tal es el caso del titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, quien fue responsable de la Operación Cóndor que supuestamente estaba dirigida para combatir el narcotráfico.