Digna Ochoa fue una abogada que defendió, entre otros casos, denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas presuntamente por fuerzas de seguridad civiles y militares
La Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que el Estado mexicano es responsable de graves errores en la investigación de la muerte de la activista Digna Ochoa hace dos décadas, por lo que debe continuar con las indagatorias.
Ochoa, que recibió numerosas amenazas de muerte antes de aparecer muerta con heridas por disparos de bala en su cuerpo, fue una abogada que defendió, entre otros casos, denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas presuntamente por fuerzas de seguridad civiles y militares.
Tras el deceso de la activista en octubre del 2001, las investigaciones apuntaron en principio a que fue un asesinato, pero después fiscales dirigieron la indagatoria a un posible suicidio, por lo que el caso se dio por cerrado.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos dijo en un comunicado el miércoles que hubo “numerosas falencias en el manejo de la escena del crimen”, así como en la necropsia médico legal.
México debe investigar y eventualmente juzgar a los posibles responsables del fallecimiento, además de realizar un acto público de asunción de responsabilidad a nivel internacional, añadió.