En un camino de terracería del estado de Michoacán, un convoy del Ejército Mexicano fue atacado hoy con una mina terrestre; por lo menos 4 soldados resultaron lesionados, uno de gravedad
Presuntos sicarios al servicio del narcotráfico atacaron -este lunes 31 de enero- con una mina terrestre un convoy del Ejército Mexicano, en la región de Tierra Caliente, en el estado de Michoacán, una de las zonas más afectadas por la violencia y la inseguridad en el país.
La 43ª Zona Militar, con sede en el municipio de Apatzingán –la principal población de la Tierra Caliente-, informó que la explosión ocurrió durante la mañana de hoy en un camino de terracería ubicada entre los municipios de Aguililla, Tepalcatepec y Coalcomán.
La mina detonó al paso de un vehículo táctico blindado y artillado, de manufactura mexicana y utilizado por el Ejército Mexicano en operaciones de inteligencia y contra el crimen organizado, principalmente, para la captura de narcotraficantes.
La explosión provocó severos daños en la estructura del automotor y dejó heridos a cuatro soldados, uno de ellos de gravedad.
Personal del Ejército Mexicano, experto en el manejo de explosivos, fue enviado a la zona para determinar si hay indicios de la existencia de más minas.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional encabezan el despliegue policial-militar por poblados de por lo menos seis municipios de la Tierra Caliente, los cuales han sido ocupados por grupos de sicarios al servicio de cuatro cárteles de la droga.
Las organizaciones criminales que se disputan la región son los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), de Tepalcatepec, Los Caballeros Templarios y de La Nueva Familia Michoacana, cuyos sicarios mantienen una cruenta lucha por el control de la producción y tráfico de droga, así como de actividades ilícitas como el secuestro y las extorsiones a empresarios, agricultores y ganaderos.
Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador del estado de Michoacán, informó que no cesará el avance de las fuerzas policiales y militares para reabrir caminos y carreteras tomadas por los cárteles de la droga en la Tierra Caliente, donde se ha registrado en el último año el desplazamiento forzado de unos 10 mil pobladores.