Hasta 70% de las armas decomisadas a organizaciones delictivas en México provienen de Estados Unidos; cada año 200 mil armas fabricadas en la Unión Americana entran ilegalmente a territorio mexicano
Los fabricantes de armamento de Estados Unidos son los “responsables” del suministro de armas que usan las bandas criminales para aterrorizar a la población en México, denunciaron este martes varios grupos y estados del país en su apoyo legal a la demanda presentada por la nación latinoamericana contra esa industria.
La querella iniciada en agosto del año pasado por el Gobierno de México ante un tribunal federal de Massachusetts “busca que la industria de las armas se haga responsable por las consecuencias previsibles de sus acciones”, sostuvo en un comunicado Kristen Rand, directora de Violence Policy Center.
Ese grupo y otros que bregan por mayores restricciones a las armas de fuego presentaron ante el tribunal documentos que respaldan los argumentos del Gobierno mexicano, según los cuales los fabricantes de armas deberían ser responsables por las muertes, heridas y daños causados por sus productos.
Un total de 13 fiscales estatales, incluyendo a los de California, Nueva York y Massachusetts, así como decenas de ciudades, académicos y numerosos grupos que hacen campaña por la disminución de la violencia con armas de fuego presentaron ayer documentos “amicus curiae” (amigo de la corte) en apoyo a la demanda mexicana.
“Los fabricantes y vendedores de armas parecen creer que la PLCAA (Acta de Protección del Comercio Legal de Armas) les da vía libre para hacer y distribuir armas de las que saben que serán traficadas y usadas para aterrorizar comunidades en México. En la mayoría de las industrias, las compañías saben muy bien que pueden ser responsabilizadas si sus productos resultan defectuosos o son dañinos para los consumidores, y (la industria de) las armas de fuego no deben ser diferentes”, dijo el fiscal general de California, Rob Bonta, en un comunicado.
Entre los grupos que presentaron escritos figuran Everytown for Gun Safety, Giffords Law Center to Prevent Gun Violence, Global Exchange, March for Our Lives, Newtown Action Alliance y Violence Policy Center.
“El mercado de armas, enorme y militarizado en Estados Unidos ha acelerado la violencia en México, lo cual a su vez ha forzado a los migrantes a buscar asilo en Estado Unidos”, indicó John Lindsay, coordinador del Proyecto Alto al Flujo de Armas de Estados Unidos a México.
“Las organizaciones criminales en México lucran sobre la base del territorio que controlan, y para ello usan las armas de estilo militar que se originan en Estados Unidos”, añadió.
De acuerdo con un informe de la cadena televisiva PBS, 70 por ciento de las armas confiscadas a criminales en México provienen de Estados Unidos. Buena parte de estos pertrechos consiste de rifles como los AR-15 y los AK-47.
Mientras en México hay un solo vendedor autorizado de armas de fuego (la Secretaría de la Defensa Nacional), en Estados Unidos hay 50 mil, apuntó la coalición que apoya la queja mexicana, y según la cual “el Gobierno mexicano calcula que cada año unas 200 mil armas originadas en Estados Unidos entran a México”.
La compra, posesión y porte de armas de fuego en Estados Unidos están reguladas por leyes con diversos grados de severidad, pero en general operan conduciendo las armas a manos de ciudadanos y residentes legales y documentados, señalan las organizaciones.
Es en el segmento vinculado al tráfico de drogas donde circulan armas ilegales y, habitualmente, de calibre u poder de fuego mayores.
Nadie sabe con certeza cuántas armas de fuego hay en posesión de civiles en Estados Unidos, y las cifras van desde 300 millones a 340 millones en un país con 333 millones de habitantes.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, anticipó este lunes en su cuenta de Twitter que ya presentaron en la corte en Boston “las pruebas de la negligencia de las empresas fabricantes de armas demandadas por el Gobierno de México”.
La demanda mexicana y el apoyo de los grupos que abogan contra las armas de fuego se enfocan en las armas semiautomáticas y los cargadores con alta capacidad de munición.