A casi dos años de pandemia, las medidas sanitarias de prevención se han convertido en algo cotidiano para las grandes empresas y la vida en los centros de trabajo
“Vamos a regresar a los centros laborales y ya no va a ser igual, la vida ya no va a ser igual, el entorno, las conductas, los hábitos deben haber cambiado”, expresó en junio de 2020 Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). A casi dos años de pandemia, las medidas sanitarias de prevención se han convertido en algo cotidiano para las grandes organizaciones y la vida en los centros de trabajo.
De acuerdo con la Encuesta regreso a la oficina Covid|Ómicron de Mercer, antes del incremento en los contagios por la nueva variante en nuestro país, el 60% de las grandes compañías ya había retornado a las actividades presenciales.
Y aunque la cuarta ola de contagios ha puesto un freno de mano a los planes de retorno y la implementación de nuevos esquemas de trabajo, algunas empresas han mantenido el trabajo presencial. Esto ha implicado mantener las medidas sanitarias, mismas que se han reforzado con acciones como campañas de comunicación o espacios informativos. Es un hecho, la Covid-19 ha transformado la cultura de prevención en las grandes organizaciones.
“Creo que al final del día es una educación que debemos recibir porque la pandemia llegó para quedarse con todas las variantes que hemos tenido, entonces más bien se trata de educar y concientizar el por qué nos tenemos que cuidar”, señaló en entrevista Claudia Rodríguez, líder de Productos de Información del área de Carrera de Mercer.
Las tres medidas más utilizadas por parte de las organizaciones ante el regreso a los centros de trabajo han sido el uso de gel antibacterial (98 %), toma de temperatura (96 %) y limitar el número de personas en las oficinas (61 %).
Sin embargo, apuntó la especialista, las medidas sanitarias se han transformado en una cultura de prevención que se acompaña de una estrategia integral para cuidar a las personas trabajadoras y enseñarles el por qué deben cuidarse, incluyendo en las acciones al equipo de líderes.
“Es algo que se está reforzando, cuidar a los colaboradores. Con las campañas de comunicación que se están haciendo con los mensajes de cuídate, usa mascarilla, si tienes que estar aquí, hazlo con las medidas adecuadas, tener gel antibacterial en las estaciones de servicio, proveer de cubrebocas a los colaboradores para que siempre estén protegidos, son buenas medidas por parte de las organizaciones para cuidar al bien más preciado que tenemos: el capital humano”, subrayó Norma del Rivero, líder de Producto de Compensaciones en Mercer.
Al principio de la pandemia, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) emitió lineamientos para los centros de trabajo con el fin de evitar contagios. Entre las medidas dictadas por la autoridad se encontraban los filtros sanitarios para el ingreso del personal y proveedores, que incluía la toma de temperatura. Además, se contemplaban acciones como escalonar horarios de comida, limpiar y desinfectar superficies y objetos de uso común en oficinas, proporcionar gel antibacterial y evitar el hacinamiento en espacios de trabajo, entre otras medidas.
La nueva dinámica de prevención
“El uso de gel, tomar la temperatura, el límite de gente en las oficinas, el uso de mascarilla o cubreboca creo que ya se va a volver parte de esta nueva normalidad y ya va a ser algo habitual en las oficinas”, expuso Norma del Rivero.
Pero las medidas sanitarias han implicado una nueva dinámica en la vida laboral cotidiana, modificando culturas y hasta hábitos. Adicionalmente a las acciones impuestas por las autoridades, el 51% de las empresas implementó otras medidas como suspender las juntas presenciales, cancelación de viajes, asistencia únicamente de personal prioritario o esencial, entre otras.
“Es un cambio muy grande, porque desde el momento en el que limitas la capacidad de personas que llegan al centro de trabajo, estás limitando una convivencia. Definitivamente, el que te tomen la temperatura y ese tipo de cosas, son filtros que siempre se van a tener; el gel antibacterial lo buscamos inconscientes. Hay cosas que ya se van a quedar y es algo que ya es la nueva normalidad y tenemos que acostumbrándonos a estas medidas. Llegó y cambiará el modo en el que trabajamos”, comentó Claudia Rodríguez.
Desde la perspectiva de la especialista, la pandemia evidenció que la prevención en los centros de trabajo es un beneficio tanto para los trabajadores, el sector salud y las propias empresas. “No tendrías ausentismo, que hoy en día nos está pegando por el incremento en los contagios”.
Es decir, es menos costoso invertir tiempo y recursos en las medidas sanitarias que tener un foco de contagio en el centro de trabajo que afecte la operación de la empresa.
El papel clave de la vacuna
La vacunación es uno de los temas que se han incorporado a la estrategia para prevenir los contagios entre la fuerza laboral. Aunque no existen criterios legales claros para que las empresas exijan a su personal vacunarse, no hay impedimento para incentivar la inmunización.
En ese sentido, el 68% de las grandes organizaciones incentivó la vacunación mediante campañas de comunicación por correo electrónico, otro 49% lo hizo a través de pláticas con especialistas sobre la importancia de la vacunación y un 40% otorgó el día libre en la fecha de la vacuna.
“No se hizo ninguna mención de algún beneficio específico. Pero, por ejemplo, en las plantas se buscaba que todos fueran el mismo día y la compañía les daba el medio de transporte para ir a vacunarse”, explicó Norma del Rivero.
Por otra parte, el 88% de las grandes compañías costea pruebas de Covid-19 de manera aleatoria para descartar posibles casos sospechosos, en algunos casos se ha hecho extensivo a los familiares directos.