México es uno de los países del mundo con el menor número de vacaciones garantizadas en la legislación laboral, con un mínimo de seis días después del primer año de trabajo
El panorama para que las personas trabajadoras en nuestro país puedan tener un buen balance de vida-trabajo no es el óptimo. Las largas jornadas laborales, la baja productividad y el poco tiempo para tomar vacaciones son señales que muestran que el desafío no es menor, reconoce Mario López Roldán, director del Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México para América Latina.
En el marco del Día Nacional del Balance Trabajo-Familia, que se conmemora cada 1 de junio desde el 2019, el nuevo director de la oficina de la OCDE en el país hace énfasis en uno de los pendientes que se debe enfrentar en este terreno: el derecho a las vacaciones.
México es uno de los países del mundo con el menor número de vacaciones garantizadas en la legislación laboral, con un mínimo de seis días después del primer año de trabajo, y que se incrementan gradualmente a partir del segundo año. El promedio en los países de América Latina es de 16 días y la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) es de 18 días.
“Estamos excesivamente rezagados en este campo. Si esto lo ves en perspectiva, con seis días de vacaciones legales al año, es evidente que estamos rezagados y que urge modificar la ley laboral”, expresó López Roldán.