En mayo pasado Luz Raquel denunció ante la Fiscalía que, derivado de un conflicto con su vecino y presunto agresor Sergio Ismael “L”, éste había escrito amenazas de muerte en su contra en las paredes cercanas a su departamento en el municipio de Zapopan
La Fiscalía General de Jalisco reveló este jueves que, de acuerdo a estudios forenses, las pintas con amenazas de muerte contra Luz Raquel Padilla, la mujer que fue quemada viva en julio pasado, fueron escritas por ella y no por su presunto agresor.
“Se obtuvieron los datos suficientes para que el perito forense encargado del mismo (estudio grafoscópico) determinara que la escritura en las paredes es coincidente con la escritura de Luz Raquel, mientras que no se encontraron coincidencias con la escritura de Sergio Ismael L”, dijo la fiscalía en un comunicado.
En mayo pasado Padilla denunció ante la fiscalía que, derivado de un conflicto con su vecino y presunto agresor Sergio Ismael “L”, éste había escrito amenazas de muerte en su contra en las paredes cercanas a su departamento en el municipio de Zapopan.
Esta versión fue desestimada hoy por la dependencia basada en un estudio grafoscópico sobre las pintas en los muros para determinar la autoría de las mismas. Para ello, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses comparó muestras de escritura tanto de Padilla como del presunto agresor quien se encuentra en prisión preventiva.
“Al analizar la escritura plasmada en los muros y la escritura de Luz Raquel remitida por el agente del Ministerio Público, se encontraron suficientes similitudes gráficas para determinar que corresponden al mismo origen gráfico”, de acuerdo con la versión de Quetzalli Meza, perito en documentos cuestionados en el IJCF citada en el comunicado.
A finales de julio pasado, Luis Joaquín Méndez, fiscal de la entidad, ofreció datos de la investigación del caso con los que sugería que la muerte de la víctima fue producto de una autolesión y no de un ataque por parte de su vecino.
El crimen ocurrió el sábado 16 de julio en un parque de la colonia (barrio) Arcos, del municipio de Zapopan, en la zona metropolitana de Guadalajara, la tercera ciudad más poblada de México, donde ella murió días después por estas lesiones.
Padilla, de 35 años y madre de un niño con autismo severo, había denunciado ante las autoridades durante meses las amenazas de su vecino, Sergio Ismael quien, de acuerdo a personas cercanas a la víctima, la había atacado antes con cloro industrial debido a que este se quejaba de que el hijo de ella gritaba mucho.
La Fiscalía y las autoridades municipales fueron acusadas por los familiares de la víctima y grupos feministas de no atender de manera adecuada el caso, pues subestimaron las amenazas en un país en el que asesinan a más de 10 mujeres al día.
La Fiscalía aseguró hoy que para la investigación han recabado más de 100 entrevistas; han analizado 250 horas de video y archivos digitales y revisaron 40 puntos de cámaras situadas en el lugar de los hechos y sus alrededores.
Reveló que la familia de Padilla designó un abogado que ha tenido acceso a todos los datos de prueba que integran la carpeta de investigación.