La salud de Miguel Ángel Félix Gallardo se encuentra muy deteriorada con una expectativa de vida que no rebasa los tres años, hecho que fue tomado en cuenta por el juez para permitirle la prisión domiciliaria
José Antonio Pérez Juárez, director general de Prevención y Reinserción Social del Estado de Jalisco, informó que se está a la espera de que familiares del exlíder del Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, entreguen el brazalete electrónico, a fin de que pueda gozar de la prisión domiciliaria, como ordenó el Juez Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales de la Ciudad de México.
“Está en buen estado de ánimo. Es difícil la conversación porque no oye; le cuesta mucho la conversación y nos cuesta mucho entablar una charla formal, pero me doy cuenta que su estado anímico mejoró mucho a partir del sábado que le fue notificado la resolución del juez”, dijo.
El funcionario indicó que de acuerdo con dictámenes médicos, la salud del otrora “Jefe de Jefes” se encuentra muy deteriorada con una expectativa de vida que no rebasa los tres años, hecho que fue tomado en cuenta por el juez para permitirle la prisión domiciliaria.
José Antonio Pérez Juárez detalló que en 2029, Miguel Ángel Félix Gallardo cumplirá la sentencia de 40 años que le impuso un juez por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y posesión de armas.
Sin embargo, el exlíder del narcotráfico tiene otra condena de 37 años por la muerte del exagente de la DEA, Enrique Camarena Salazar. Esta condena la iniciará una vez que concluya en 2029 la primera sentencia.
En ese sentido, explicó que una vez que la defensa o la familia de Félix Gallardo entreguen el brazalete electrónico se notificará al Juez Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales de la Ciudad de México, y posteriormente se contacte a la Guardia Nacional, que se hará cargo de la custodia del reo en un domicilio de la zona metropolitana de Guadalajara.
A decir de José Antonio Pérez Juárez, Félix Gallardo es respetuoso y no genera violencia dentro del penal, además de que en las tres ocasiones que ha sido llevado a un hospital “nunca tuve ni siquiera la posibilidad de algún intento violento ni de parte de él ni de su familia”.