La explosión de un gasoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) dejó un muerto y daños a numerosas viviendas en el municipio de Huimanguillo, Tabasco
La explosión de un gasoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) dejó un muerto, un número indeterminado de viviendas sin techo y daños materiales incalculables en al menos ocho poblaciones del municipio de Huimanguillo, Tabasco.
El estallido ocurrió aproximadamente a las 06:30 horas en el citado municipio que se ubica a unos 70 kilómetros de la ciudad de Villahermosa, capital del estado.
“Fue horrible. Vimos el fuego que venía quemando el ducto y luego el estallido. Todos salieron huyendo de sus casas tratando de salvarse, y se escuchaba el rugir del fuego”, narró Mario Hernández, habitante de Benito Juárez, una de las comunidades afectadas donde autoridades de Protección Civil y el Ejército mexicano evacuaron a familias completas.
Los habitantes de la citada comunidad y de otras cercanas narraron que fueron despertados por la explosión y sostienen que desde la tarde del jueves reportaron a las autoridades el riesgo de un accidente ante el desfogue “descontrolado” del ducto que horas después reventó.
“La explosión nos despertó a todos. Esta vez la libramos, por momentos creímos que íbamos a morir. Mi techo de asbesto está destruido”, agregó María Martínez, que está a la espera de la evaluación de daños en la terraza de su vivienda junto a su madre e hijos.
Al momento del accidente, los asustados habitantes corrieron a resguardarse en la casa municipal de San Fernando y posteriormente regresaron, mientras que otros acudieron con familiares cercanos.
Autoridades de Protección Civil municipal y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y equipos contraincendios de la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), establecieron un cerco de seguridad.
El estallido del ducto coincide con la visita a su tierra natal del presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien realiza un recorrido de evaluación en la refinería Olmeca, en el puerto de Dos Bocas.
La única víctima, que quedó calcinada a la orilla de un camino rural junto a su bicicleta, fue Natividad Hernández, un hombre de 65 años, quien se dirigía a las labores del campo. Su hijo Alisbén suplicó a personal de Pemex y de Protección Civil para que su cuerpo fuera levantado, pero no fue escuchado.