El narcotraficante Sergio Villarreal Barragán “El Grande” afirmó que Arturo Beltrán Leyva secuestró a Genaro García Luna debido a que supuestamente no le contestaba las llamadas
El narco mexicano Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, que cumple una pena de prisión en Estados Unidos, aseguró hoy que el capo de la droga Arturo Beltrán Leyva secuestró al exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, porque este no contestaba sus llamadas en un momento que parecía tomar partido por la facción de Joaquín “El Chapo” Guzmán durante una guerra interna del Cártel de Sinaloa.
“El Grande”, testigo de la Fiscalía durante el juicio por narcotráfico contra García Luna que arrancó ayer en un tribunal federal en Nueva York, aseguró que en medio de la guerra que estalló entre las distintas facciones del Cártel de Sinaloa en México en 2008, García Luna parecía beneficiar más al grupo de “El Chapo” en detrimento del Cártel de los Beltrán Leyva.
Según “El Grande”, los operativos contra la gente de los Beltrán Leyva eran continuos, mientras que “eran mínimos” contra el grupo de “El Chapo”.
La guerra entre el grupo de “El Chapo” e Ismael “El Mayo” Zambada contra el de los hermanos Beltrán Leyva comenzó después de la detención en México de Alfredo Beltrán Leyva, que según “El Grande” fue fruto de una traición dentro del cartel.
“El Grande” relató que cuando estalló el conflicto interno, Arturo Beltrán Leyva llamó a García Luna para preguntarle de qué parte estaba y este le dijo que permanecería neutral, algo que exacerbó los ánimos del narcotraficante, aunque pese a ello siguió enviando sus pagos al entonces secretario de Seguridad Publica.
Sin embargo, cuando percibió que las operaciones de seguridad, cuyo máximo responsable era García Luna, aumentaban excesivamente, intentó llamarle y hablar con él a través de Luis Cárdenas Palomino, exdirector de Seguridad Federal de la desaparecida Policía Federal, y supuesto enlace entre el cártel y García Luna, pero no fue posible.
Entonces, secuestraron a García Luna cuando iba en una carretera en el estado de Morelos, camino de la localidad de Cocoyoc, para hablar con él y después de la conversación lo volvieron a dejar donde lo habían secuestrado, siempre según la versión de “El Grande”.