En medio de una nueva oleada migratoria que ha llegado a la frontera sur de México, el INM trasladó a más de 8 mil migrantes a los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz
Ante lo que llamó una “concentración inusual” de migrantes en la sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas, fronteriza con Guatemala, 8 mil 152 migrantes de distintas nacionalidades fueron trasladados a otros puntos de la región y de los estados de Tabasco y Veracruz, informó este martes el Instituto Nacional de Migración (INM).
En un comunicado, el INM, que depende de la Secretaría de Gobernación, indicó que “despresurizó” el lugar reubicando a esa cantidad de migrantes “para evitar situaciones que pongan en riesgo su integridad ante la aglomeración registrada días previos”.
En la movilización de los miles de migrantes que se habían aglomerado en las instalaciones de la Comar fueron utilizados 189 autobuses de pasajeros y 73 furgonetas para trasladarlos a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Huixtla, San Cristóbal y Palenque, en Chiapas; Villahermosa, Tabasco y Acayucan, en Veracruz.
Apenas el lunes, ante la nueva oleada de migrantes, la Comar anticipó un aumento de un 30 % en la atención diaria de solicitantes en sus nuevas oficinas en Tapachula.
#Comunicado 📄 Instala @INAMI_mx campamento a @comar_sg en #Chiapas y despresuriza a 8 mil migrantes para evitar situaciones que los pongan en riesgo. El comisionado @fgymexico realizó gira de trabajo en la entidad.
🔗 https://t.co/faHGzyJd4K pic.twitter.com/v9M8tiMyHs— INM (@INAMI_mx) September 26, 2023
Una crisis migratoria en la frontera sur
El coordinador de la Comar en Chiapas, Daladier Anzueto, explicó en entrevista con EFE que atendían entre mil 800 y 2 mil personas diarias, pero ante el flujo migratorio de las últimas semanas abrieron un nuevo espacio en el Parque Ecológico de Tapachula para atender de 2 mil 600 a hasta 2 mil 800 al día.
El funcionario reconoció que “en una oleada masiva de personas siempre se generan dudas”, pero argumentó que “no hay ningún país que tenga la capacidad para atender, en toda la extensión de la palabra” a una cantidad de migrantes como la que ha llegado en las últimas semanas a la frontera sur de México.
México vive una nueva ola migratoria, como mostró la semana pasada la suspensión de 60 trenes de carga de la empresa Ferromex por la presencia de más de 4 mil migrantes en los carros y en las vías, manifestaciones, y estampidas de miles de migrantes en las oficinas de atención a refugiados en la frontera sur.
La Comar atendió la semana pasada a unos 10 mil migrantes de Cuba, Haití, Honduras, El Salvador, Ecuador, Colombia y, en menor medida de Guatemala.