Claudia Sheinbaum negó que su decisión de excluir al rey Felipe VI de su toma de posesión afecte las relaciones con España, aunque el Gobierno español no enviará representantes a la ceremonia
Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, rechazó este miércoles que la exclusión del rey Felipe VI de su ceremonia de investidura el 1 de octubre implique una ruptura en las relaciones diplomáticas con España.
A su llegada a la inauguración del Museo Vivo del Muralismo en Ciudad de México, Sheinbaum aclaró que “necesitamos respeto”, pero que el comunicado emitido por el Gobierno mexicano es suficiente y no significa un rompimiento.
“No, ¿cómo creen? (que se rompieron las relaciones), pero necesitamos respeto”, dijo.
La polémica surgió tras la decisión de Sheinbaum de no invitar al monarca español, lo que llevó al Gobierno de España a anunciar que no enviaría a ningún representante a la toma de posesión. La presidenta electa explicó que el rey no respondió a una carta enviada por el presidente López Obrador en 2019, en la que solicitaba una disculpa por los agravios cometidos durante la conquista.
“La misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, lo cual hubiera sido la mejor práctica diplomática”, señaló Sheinbaum en un comunicado. Su postura fue respaldada por el presidente López Obrador, quien pidió a España dejar “la prepotencia y arrogancia”.
La ausencia de un representante español en la investidura de Sheinbaum representa un nuevo episodio en la relación bilateral, marcada por tensiones desde que López Obrador propuso una “pausa” en las relaciones con España en 2022, debido a los presuntos abusos de empresas españolas en México, especialmente en el sector energético.