Con motivo del Día Internacional del Glaucoma, que se conmemora este 12 de marzo, especialista indicó que su evolución es silenciosa y asintomática
El glaucoma, enfermedad ocular silenciosa que ocasiona ceguera irreversible en pacientes mayores de 40 años, es un padecimiento diagnosticado en cerca de 1.5 millones de personas en el país, advirtieron especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La especialista en rehabilitación visual en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, Mary Carmen Bates Souza, explicó que esta afección se vincula a enfermedades sistémicas como diabetes o hipertensión, pero también quienes tienen familiares directos con glaucoma tienen mayor probabilidad de padecerlo.
Con motivo del Día Internacional del Glaucoma, que se conmemora este 12 de marzo, indicó que la principal causa de glaucoma es la hipertensión ocular, y su evolución es silenciosa y asintomática, por lo que poco a poco se va perdiendo la capacidad visual.
Para este 2020 se proyecta que haya al menos 11 millones de persona afectadas a nivel global y hasta 50 mil casos de ceguera a causa de su detección tardía, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, el jefe de la carrera de Optometría, Óscar Ramos Montes, dijo que se trata de un padecimiento que “no hace ruido”, aspecto que debería generar en la población mayor de 40 años la conciencia de hacerse estudios periódicos de la visión para estar en la posibilidades de evitar su pérdida irreversible.
“Lo esperado es que se manifieste después de los 40 años, y conforme avanza la edad se vaya exacerbando; en personas mayores de 70 años la prevalencia es superior al 70 por ciento”, señaló Bates Souza mediante un comunicado.
Detalló que esta enfermedad implica la pérdida de la función de las fibras nerviosas que entran por la cabeza del nervio óptico; éstas reciben una presión mayor por parte de los líquidos intraoculares, lo que produce la reducción del campo visual periférico pero no causa molestias.
Cuando el afectado ha perdido entre 40 y 60 grados de la periferia del campo visual, empiezan a tropezar con los objetos a su alrededor, a presentar dificultad para adaptarse a la oscuridad y a detectar que no ven a las personas a su alrededor, y piensan que es una distracción.
Entonces ya se considera glaucoma avanzado, y sólo puede controlarse con la ayuda de fármacos para reducir la presión que ejercen los líquidos intraoculares sobre el nervio óptico. Aunque en ocasiones ya no es posible el control, sólo queda retardar en la medida de lo posible la pérdida de la visión, reconoció.