Logran desarrollar tratamiento para los efectos secundarios de la quimioterapia

Una alternativa para los efectos secundarios de la quimioterapia fue desarrollada, que consiste en el uso de nanomedicinas transportadoras de fármacos poliméricos como el cannabidiol y una pequeña dosis de doxorrubicina

Un nuevo tratamiento que podría minimizar los efectos secundarios no deseados de la quimioterapia, fue desarrollado por investigadores del Instituto de Investigación Médica de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el estudio fue publicado en la revista Frontiers in Pharmacology.

Utilizaron estrategias con el uso de nanomedicinas transportadoras de fármacos poliméricos como el cannabidiol y una pequeña dosis de doxorrubicina que es un agente quimioterapéutico.

Los resultados proporcionan una base para el uso de canales no selectivos como sistemas de suministro de fármacos “naturales” para dirigirse a tipos de células específicos.

Además descubrieron que los medicamentos por separado no producen ninguna muerte celular significativa durante las 24 horas posteriores, mientras que el tratamiento con doxorrubicina condujo a una disminución de aproximadamente el 70 por ciento en el número de células vivas.

Según los resultados del estudio, los tratamientos quimioterapéuticos típicos utilizados en el tratamiento de trastornos neoplásicos son citotóxicos, es decir, que tiene efectos tóxicos sobre ciertas células, y estos no sólo atacan a las células cancerosas sino también a la mayoría de las células normales.

Como resultado, muchos quimioterapéuticos exhiben efectos secundarios graves, que a menudo prohíben su uso efectivo en el tratamiento del cáncer. Por lo que el objetivo del estudio fue crear un tratamiento que ataque a las células de una manera selectiva y específica para descartar las células malas y queden células sanas.

A pesar del descubrimiento, se necesitan más investigaciones para crear un tratamiento que pueda ser efectivo para las personas que se someten a una quimioterapia, esto podría ayudar a las personas a reducir los efectos secundarios, de acuerdo con Alexander Binshtok, jefe del Grupo de Investigación sobre la Plasticidad del Dolor en la Facultad de Medicina de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

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