En Cuba investigadores desarrollaron un mecanismo de detección más rápida de COVID-19, consiste en la extracción de plasma y demora dos horas para obtener el resultado
El Centro de Inmunoensayo (CEI) en Cuba, desarrolló un mecanismo de detección de COVID-19 más rápido y efectivo, anunció el ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda.
Especialistas que participaron en otros proyectos de detección de enfermedades infecciosas como Hepatitis B, C, dengue y VIH, desarrollaron este proyecto, que duró seis semanas.
El CEI explicó que el nuevo mecanismo tiene la ventaja de aplicarse masivamente, junto con otras pruebas, además de que permite conocer el grado de exposición al virus que han tenido aquellos a los que se les aplican las pruebas.
De acuerdo con el informe, el ensayo requiere de extracción de plasma, demora dos horas para obtener el resultado y con cada placa se pueden estudiar decenas de personas al mismo tiempo.
Las pruebas se pueden realizar a partir de los siete días en los que se presenten los síntomas, no requiere de ningún tipo de preparación previa del paciente y los resultados se validan, procesan y expresan de manera automatizada.
La tecnología utilizada en el proyecto ha permitido la eliminación de otras enfermedades.
“De manera especial, ha contribuido a la reducción sostenida de la tasa de mortalidad infantil, al control de la transmisión de la hepatitis B y C, el VIH y del dengue. Igualmente, resultó decisiva para que Cuba fuera declarada en 2015 libre de la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita”, señala el informe del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Para el gobierno cubano esto significa un ejercicio de soberanía tecnológica y farmacéutica que les garantice no depender de ningún país para manejar la pandemia.
Cuba ha sido reconocida a nivel internacional por las brigadas médicas que se han mandado a diversas partes del mundo con el objetivo de colaborar para en el combate a la pandemia de COVID-19.