La enfermedad cardiovascular es la principal causa de morbilidad y mortalidad en México, el último informe del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) dado a conocer en julio, demostró que las muertes por enfermedades del corazón estuvieron más presentes en los mexicanos que el mismo Covid-19 con 218, 885 defunciones, lo que representa el 20.2% del total. Aunado a ello, el 70% de la población entre los 45 y 65 años, tiene al menos un factor de riesgo cardiovascular.
Con este escenario de por medio, médicos del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez y con el apoyo de la Fundación Mexicana para la Salud, participaron en el desarrollo y creación de dos aplicaciones: IAM MX, creada en 2018 y dirigida para profesionales de la salud, pero que ahora se actualiza para público en general de manera gratuita y abierta con el nombre de ‘Cuida tu corazón‘.
“El sistema de salud no se ha dado cuenta de que tenemos que hacer algo para bajar esta mortalidad, es por eso que se pensó en desarrollos de herramientas para concientizar a los pacientes acerca de los factores de riesgo, ya que esta es una enfermedad prevenible. Si modificamos nuestros hábitos de manera temprana podríamos impactar directamente en la muerte y en la calidad de vida”, asegura Alexandra Arias, jefa del Departamento de Urgencias y Unidad Coronaria del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez.
En entrevista para El Economista, explica que se requería un paso adicional para los pacientes, con una herramienta que sea apoyo directo y orientación para quienes viven con riesgo potencial de sufrir un accidente cardiovascular, la aplicación ‘Cuida tu corazón’ se une a la estrategia para la atención del infarto agudo al miocardio, la cual consta de cuatro pilares: Promoción de hábitos saludables, prevención de infartos, ya tuve un infarto y alerta de infarto.
Esta herramienta es para el que no ha tenido un infarto y quiere conocer factores de riesgo y cómo cuidarse, es para el paciente que ya tuvo un infarto para que pueda corregir el manejo de los factores de riesgo y para quien esté pasando por un evento, como dolor de pecho, ver la probabilidad de estar padeciendo un infarto y si debe acudir de manera inmediata a un centro de urgencias.
La especialista concluye que aunque tenemos instituciones fuertes para la atención de estos padecimientos se tiene que unir el primer y segundo nivel de atención, pero también el usuario es pieza clave para buscar esa atención y hacerse parte de la solución.
Santiago March, coordinador del Consejo Promotor de Nuevas Tecnologías de la Fundación Mexicana para la Salud reflexiona: “Los profesionales de la salud son el sector que tarda más en adoptar las nuevas tecnologías, si hacemos una revisión de cuando entró por ejemplo el ultrasonido, que desplazó un poco a los rayos X, luego tomografías por emisión de positrones y tomografía excel computarizada, en realidad ha habido una gran resistencia en el sector”.
Podemos también mencionar el internet de las cosas y la inteligencia artificial, el blockchain para expediente electrónico, los drones para transporte de muestras y medicamentos, la robótica y la impresión en 3D, para todas estas áreas vemos dificultad para su adopción.
Aunque la adopción requiere de un proceso de incubación (crear la necesidad), la pandemia ha acelerado todo esto y particularmente para el área cardiovascular los avances han sido acelerados, por ejemplo, hoy se trabaja de la mano con el Instituto Nacional de Cardiología para, además de las aplicaciones, analizar a través de redes neuronales y deep learning los trazos de electrocardiogramas y encontrar patrones para crear un algoritmo de identificación de grupos de pacientes que en otro momento los hubieran mandado a su casa por falta de evidencia sobre criterios del infarto.
El especialista asegura que si bien inicialmente el desarrollo de una base de datos y el costo eran un impedimento, ahora ya no lo son, en el presente se pueden hacer con pocos recursos y masivamente, como sucedió con las aplicaciones que ahora se presentan. “La idea es enfilarnos a la medicina de las cuatro P: Predicción (para adelantarnos a los diagnósticos, los medicamentos y sus reacciones), prevención (para llegar con diagnósticos más alentadores), personalización (para usar lo justo para cada uno) y participación (de la sociedad sobre sus padecimientos)”.
“Estamos en medio de una transformación en la tecnología aplicada en salud, ¿qué tanto tiempo va a transcurrir, para que se instale?, no lo sabemos pero este sí es un momento de coyuntura que se debe aprovechar, la pandemia nos ha permitido valorar y probar algunas tecnologías que en México no se usaban y ver lo bien que funcionan, pero para ello se requiere de la colaboración de toda la sociedad”, asegura Santiago March.
Estas herramientas se están adoptando casi tan rápido como se pueden desarrollar. Según estimaciones de la industria, 500 millones de usuarios de teléfonos inteligentes en todo el mundo utilizaron una aplicación de atención médica en 2015, y para 2018, el 50 por ciento de los más de 3.400 millones de usuarios de teléfonos inteligentes y tabletas habrán descargado aplicaciones de salud móviles. Estos usuarios incluyen profesionales de la salud, consumidores y pacientes.
Descarga las aplicaciones:
https://play.google.com/store/apps/details?id=mx.iam.dev.inc
https://apps.apple.com/mx/app/iam-mx/id1455374311
https://play.google.com/store/apps/details?id=com.s789.iammxpublico
https://apps.apple.com/mx/app/cuida-tu-coraz%C3%B3n/id1542852432
Con información de El Economista
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