Se estima que cada año se pierden 12,000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares. Hoy, dos nuevas publicaciones pretenden abordar el tema: las Directrices de la OMS sobre salud mental en el trabajo y una nota conjunta de la OMS y la OIT
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este miércoles sus primeras recomendaciones para mejorar la salud mental en el trabajo, ante el creciente impacto de la ansiedad y la depresión en el mundo laboral, y aconseja la práctica del yoga o de la meditación “mindfulness” para reducir el estrés.
La lista de recomendaciones, elaborada junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), también sugiere actividades como el ejercicio físico o las caminatas para “mejorar la salud mental y la habilidad laboral”.
OMS y la OIT presentaron esta guía de consejos en un momento en el que se calcula que un 15 % de los adultos en edad de trabajar sufren desórdenes mentales, que pueden amplificarse en el lugar de trabajo a través del acoso laboral y otras formas de violencia psicológica.
Según las dos agencias, la depresión y la ansiedad causan la pérdida de unas 12,000 millones de jornadas de trabajo al año, lo que le cuesta a la economía global alrededor de un billón de dólares.
“Dado que la gente pasa una gran proporción de sus vidas en el trabajo, es crítico que haya un ambiente laboral sano y necesitamos invertir en una cultura de la prevención de la salud mental, en la que no haya estigmatización o exclusión social”, destacó al respecto el director general de la OIT, Guy Ryder.
En la presentación de las recomendaciones, la experta en salud mental de la OMS Aiysha Malik subrayó que las recomendaciones de practicar ejercicio físico y otras actividades deberían implicar que “las empresas que puedan deben facilitarlas dentro o fuera del lugar de trabajo y si no pueden, al menos recomendarlas a sus empleados”.
Otras recomendaciones en la lista de la OMS y la OIT incluyen considerar reducciones de la cantidad de trabajo o cambios de horario para reducir el estrés de sus empleados.
Hay puntos específicos para personas con problemas mentales, para los que se recomiendan “adaptaciones razonables” en el lugar de trabajo, y también para sectores de especial estrés como los empleados sanitarios, de emergencias o en labores humanitarias.
Se aconseja por otro lado formar a las personas con empleados a su cargo en salud mental y especial atención clínica a las personas que faltan frecuentemente al trabajo por problemas ligados a su salud mental, con el fin de intentar reducir sus ausencias.
Las recomendaciones están dirigidas a empleados, empleadores, a sus organizaciones y a los gobiernos.
La pandemia aumentó un 25 % la incidencia de la ansiedad y la depresión en el mundo, según la OMS, que denuncia que solo una media del 2 % de los presupuestos sanitarios nacionales se destinan a la salud mental, mientras dos de cada tres países carecen de programas de prevención y atención de problemas mentales en el trabajo.