Según un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) publicado en 2019, estima que la exposición a sonidos muy fuertes puede provocar pérdida de audición a largo plazo
Cuando los estímulos son muy fuertes, las células sensoriales, cuya función es transformar a las ondas sonoras en ondas eléctricas, se dañan y no se regeneran.
Es decir, una vez que estas ondas se dañan, genera que a largo plazo se conduzca a la pérdida de audición.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) advierte sobre el uso prolongado y con el volumen muy alto, expone perjudicialmente a la audición.
Sin embargo, los audífonos no son el único riesgo que compromete a la salud, la exposición a ruido muy alto, como en las discotecas, bares, conciertos y eventos deportivas, también afectan a los oídos.
Por ello, la misma organización extiende diferentes recomendaciones para el uso de audífonos:
- Mantener el volumen bajo en los dispositivos de audio personales y no superar nunca la intensidad media
- Ajustar los audífonos y si es posible, con cancelación de ruido
- Utilizar tapones en lugares ruidosos
- Acudir a revisiones auditivas periódicas