Durante el último año, los casos de dengue en México se dispararon 534%, pasando de 4 mil 892 a 22 mil 211; los estados con mayor incidencia son Tabasco con 2 mil 797, Michoacán con mil 656, Veracruz con mil 863 y Chiapas con mil 529
En los últimos años el dengue es una enfermedad bajo constante vigilancia epidemiológica en México, tan solo en un año, según datos de la Secretaría de Salud federal, los casos aumentaron un 534 por ciento, al corte del 8 de julio de este año, se pasó de 4 mil 892 en 2023 a 22 mil 211 en el mismo mes de 2024. En la actualidad, cerca de la mitad de la población mundial corre riesgo de contraerlo y cada año se producen entre 100 y 400 millones de infecciones.
Durante la charla “El cambio climático y los virus transmitidos por mosquitos”, de El Colegio Nacional, como parte del ciclo “El maravilloso mundo de los virus”, la viróloga Susana López Charretón explicó que “en México, esta enfermedad ha estado presente desde hace 35 años, en 30 de los 32 estados, las regiones que se han librado son Tlaxcala y la Ciudad de México debido a su altura, por lo que los mosquitos no se reproducen. Pero los cuatro serotipos circulan en este momento y se sabe que en el sur del país transita el dengue durante todo el año debido a que es endémico”.
“A diferencia de lo que está ocurriendo en Sudamérica, en donde hay muchos casos de dengue 1 y dengue 2, la mayoría de los casos en nuestro país es dengue 3, esto es relevante, porque, a pesar de que en México existe la co-circulación de los cuatro serotipos a lo largo de la historia, hacía 30 años que no había dengue 3”, dijo.
Atención del dengue
La viróloga Ana Fernández-Sesma, profesora del Icahn School of Medicine at Mount Sinaí, explicó que el dengue es una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras de mosquitos infectadas, particularmente de mosquitos del género Aedes, que transmiten también el virus de la fiebre amarilla, del Zika y de Chikungunya. “Hay cuatro serotipos de virus del dengue DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4. Los síntomas aparecen de tres a catorce días después de la picadura infectiva”, mencionó.
Un punto que es muy preocupante es que la mayoría de la población tiene en mente que solo debe estar atenta a posibles sangrados. Esto no está mal, pero lleva a que un número importante de personas no presten atención a la necesidad de controlar su propia hidratación y cualquier signo o síntoma concomitante de manifestaciones sugestivas de dengue grave, como dolor abdominal, vómitos repetidos, disminución de la cantidad de orina o mareos al estar de pie, lo que puede ser un signo de hipotensión postural. Si una persona presenta alguno de estos síntomas, debe buscar atención médica urgentemente, ya que puede estar entrando en choque.
La especialista enfatizó que el dengue grave comienza cuando desaparece la fiebre y se produce un dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias en las encías o la nariz, cansancio, agitación, heces con sangre, sed intensa, piel pálida, así como debilidad. “Lo que no se sabe todavía es por qué hay personas que desarrollan dengue leve y otras, dengue grave”, dijo.
De acuerdo con la experta, después de una infección primaria de dengue el cuerpo desarrolla anticuerpos neutralizantes contra ese serotipo o variante. “Como tal no hay un tratamiento específico para el dengue, los tratamientos se centran en aliviar el dolor. En la mayor parte de los casos, el padecimiento se puede tratar en el domicilio con medicamentos que alivian el malestar. Contra el dolor se prescribe a menudo paracetamol, pero deberían evitarse los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno y la aspirina, porque aumentan el riesgo de hemorragia. Y las personas con dengue grave necesitan ser hospitalizadas”, mencionó.
Señaló que hay vacunas en desarrollo que se llaman tetravalentes, porque tienen componentes de los cuatro serotipos, es decir, de las cuatro variantes del dengue. Esto es confirmado por Alejandro Macías, médico infectólogo quien advirtió que en México y América Latina en general se prevé “una intensa actividad” de dengue, por lo que hizo un llamado a vacunarse. “Se deben vacunar contra el dengue las personas que hayan padecido la infección y quienes vivan en los estados con mayor número de casos”, destacó.
De acuerdo con el especialista, actualmente hay tres vacunas contra el dengue: Sanofi, Takeda y Butantan; sin embargo, destacó que “en México está disponible la primera y es para mayores de ocho años”.
¿Por qué se da el dengue?
El dengue es una enfermedad asociada a los climas y regiones tropicales, pero también a la pobreza, la marginación y la carencia de servicios tanto públicos como al interior de la vivienda. Hoy debido a que la prueba de PCR es cara, en México solo se confirman del 5 al 10 por ciento de los casos, los estados con mayor número de casos son Tabasco con 2 mil 797; Michoacán, mil 656 casos; Veracruz con mil 863 y Chiapas, con mil 529 casos.
Factores de propagación
Se encuentran los cambios en la distribución de los vectores de mosquitos, especialmente en los países que no habían padecido dengue, así como la inestabilidad política y financiera de los países que se enfrentan a crisis humanitarias complejas y a grandes movimientos de población. “Además de las consecuencias del fenómeno de El Niño en 2023 y el cambio climático, que incrementa las temperaturas, las precipitaciones y la humedad, así como la fragilidad de los sistemas de salud durante la pandemia de COVID-19. En lo que va de 2024, se han reportado un total de 2 mil 241 casos en los Estados Unidos”, resaltó.
Por su parte la viróloga Andrea Gamarrik, investigadora de la Fundación Instituto Leloir – ilBBA CONICET en Argentina, compartió que en aquel país enfrenta la peor epidemia de esta enfermedad en su historia. El problema es que el sistema de salud no está preparado para abordar esta situación y el colapso puso en evidencia la importancia de comenzar a trabajar cuanto antes para la próxima temporada.
“Para evitar el colapso en el sistema hospitalario, es importante hacer un diagnóstico oportuno”, subrayó la científica argentina. Detalló que es necesario contar con herramientas de diagnóstico de desarrollo local que se produzcan en países como Argentina y México para identificar qué virus circulan en el territorio. Así como realizar vigilancia en mosquitos, estudiar las características de los virus de la región, tener control de vectores y desarrollar vacunas y antivirales.
De acuerdo con la experta, el dengue es un problema multifactorial en el que influyen los laboratorios, las vacunas, la salud pública, la educación, el medio ambiente y el manejo de vectores.
Las investigadoras coinciden en que se tiene que controlar el vector, para ello podemos hacer mosquiteros para nuestras casas y evitar que los insectos entren en nuestro hogar. Utilizar repelentes y ropa protectora, evitar acumular agua, la fumigación y larvicidas ejecutadas principalmente por los gobiernos. La ciencia también juega un papel importante, por ejemplo, se pueden tener mosquitos genéticamente modificados.